La CNMC ha decidido poner la carne en el asador de la lucha anti-cartel y ha habilitado un grupo comando de 50 inspectores cualificados dependientes de la Dirección de Competencia que en estos momentos tienen en marcha un total de 10 inspecciones contra un total de 45 empresas, incluyendo tambiíén grandes compañía y algunas sociedades cotizadas. Esta estrategia, que incluye una intensa labor de screening para el seguimiento y filtración continua de datos, se ha desarrollado durante los últimos diez meses y ha supuesto hasta ahora la apertura de 18 expedientes sancionadores, de los que la mitad están en su fase final de resolución.
El organismo que preside Josíé María Marín Quemada cumplió ayer su primer año de vida despuíés de la integración de la antigua Comisión Nacional de Competencia con las otras seis entidades que existían en España para la supervisión de los mercados liberalizados. En este primer ejercicio de actuación la nueva CNMC ha padecido el típico ‘sarampión’ que afecta a todos los reciíén nacidos, pero al mismo tiempo ha consolidado un interesante papel como una de las cuatro autoridades más importantes de Europa junto a sus homólogas de Alemania, Francia y Reino Unido, según Global Competition Review (GCR), agencia de rating especializada en materia de regulación y competencia.
La principal causa de este reconocimiento internacional se fundamenta en el denominado ‘programa de clemencia’ instituido en 2008 y que se basa en una iniciativa importada del mundo anglosajón, en virtud del cual se recompensa la delación de las prácticas anticompetitivas de modo que los miembros de un cartel pueden eludir las sanciones si se aprestan a denunciar al resto de sus cómplices. La práctica, que fue institucionalizada con todas las reservas, ha dado un excelente resultado en España como prueba que en los últimos cuatro años se han desmontado 24 cárteles frente a tan sólo diez en los veinte años anteriores.
Buzón de colaboración ciudadana
Las multas impuestas desde el año 2010 gracias a las denuncias contra los cárteles han alcanzado la cifra de 448 millones de euros, reafirmando la convicción de la CNMC en este tipo de procedimientos basados en la colaboración de los propios agentes del mercado. Con esta misma intención, la entidad ha estrenado tambiíén ayer un nuevo Buzón de Colaboración Ciudadana para apoyar sus investigaciones. Las demandas deberán referirse contra las prácticas restrictivas de la competencia que perjudican “gravemente†los intereses económicos en detrimento de los consumidores y podrán efectuarse de manera anónima a travíés de la página web o mediante contacto telefónico con la propia Comisión.
La CNMC considera que los ‘programas de clemencia’ desestabilizan a los promotores de los cárteles y atacan la fibra sensible de este tipo de pactos secretos entre competidores directos que han decidido ponerse de acuerdo para sacar ventajas de unos mayores precios en el mercado. Para los máximos responsables de la sagrada competencia existe una máxima según la cual “los cárteles son siempre malos y en todo tipo de circunstanciasâ€, por lo que una de las misiones de cualquier regulador que se precie es atacar frontalmente la implantación de estos acuerdos colusorios.
Además del sistema de lucha anti-cartel el otro punto de apoyo de la CNMC es el sistema de control de concentraciones que tiende a la prohibición de fusiones que suponen un quebranto para la defensa de la competencia. La CNMC ha recibido en este primer año de funcionamiento un total de 70 operaciones de las que un 95% han sido aprobadas de manera directa. Acuerdos como los de Día-El írbol en el mercado de la distribución, Quirón-Capio en el sector de la sanidad, Telefónica-Digital+ en telecomunicaciones y La Caixa-Barclays en el sistema financiero son algunos de los expedientes más destacadas que han de pasar ahora por el filtro de la CNMC.
