Sesión bajista en el mercado neoyorquno al calor de las dudas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha vuelto a despertar. El organismo ha rebajado las previsiones de crecimiento mundiales y los inversores responden con ventas.
Para el FMI, "la recuperación económica continúa, pero es díébil y dispar", por lo que ha rebajado la previsión de crecimiento global para este año en una díécima, hasta el 3,3%, y en dos díécimas las estimaciones para el año que viene, hasta el 3,8%.
Aunque en el caso de la economía norteamericana el organismo es más optimsita y le augura un crecimiento del 2,2% este año y del 3,1% el que viene, la ralentización global preocupa al mercado.
De este modo, los índices neoyorquinos han comenzado la jornada con descensos. El Dow Jones ha perdido un 1,6%, hasta 16,718 puntos, mientras que el S&P 500 ha retrocedido un 1,5%, hasta 1.935 enteros, y el Nasdaq ha caído un 1,5%, hasta 4.385 puntos.
Por otra parte, este martes se ha publicado la cifra de precios de la vivienda de agosto, que ha dejado un incremento del 6,4% respecto al mismo mes de 2013. Respecto al mes de julio, los precios crecieron un 0,3%.
Para mañana se espera que la Reserva Federal (Fed) de alguna pista más acerca de sus intenciones con los tipos de interíés mediante las actas de su última reunión.
A la espera de Alcoa
Además, todo queda ya a la espera de que mañana comience la temporada de resultados del tercer trimestre en Estados Unidos, la cual inaugurará como viene siendo habitual la compañía fabricante de alumunio Alcoa.
Aunque no será hasta el cierre de la sesión de mañana cuando se conozcan sus números, los inversores ya están pendientes de los números que presente el grupo, ya que son una primera toma de contacto con la situación empresarial estadounidense. El mercado espera que la compañía registre unas ventas de unos 5.800 millones de dólares y obtenga un beneficio de 260 millones.
En el mercado de materias primas, el crudo Texas ha cadido un un 1,6%, hasta 88,8 dólares, mientras que el interíés del bono estadounidense a diez años ha bajado al 2,35% y el euro ha repuntado hasta 1,266 dólares.
