Si usted tiene una vivienda y no ha pagado el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) o ha hecho caso omiso de la notificación de impago por parte del ayuntamiento de su ciudad, sepa que en breve tendrá una compañía tipo El Cobrador del Frac siguiíéndole los talones para que cumpla con su obligación. Porque la Federación Española de Municipios (FEMP) se va a poner en manos de una empresa especialista en recobros para recuperar unas facturas que hacen mucho daño a las arcas públicas.
Según han confirmado fuentes de la FEMP, el organismo está negociando con varias compañías nacionales e internacionales la contratación de un servicio para que los municipios españoles puedan recobrar deudas vencidas pero no prescritas. Se trata principalmente de recuperar lo que los ciudadanos deben por el IBI y por el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, entre otras tasas.
Algunas multinacionales especializadas en recuperar los impagados, varias de las cuales están trabajando actualmente en nombre de los principales bancos del país, se han puesto en contacto tambiíén con ayuntamientos de capitales de provincia para ofrecerles sus servicios de forma individual, al margen de la FEMP, mientras el ente trata de poner en marcha un servicio global para todas. El objetivo, dadas las urgencias que tienen los municipios en ingresar dinero fresco, es asear unas cuentas públicas con la vista puesta en las elecciones de mayo de 2015.
Una de las que más interíés muestra es Valencia, que tiene registrados cerca de 450 millones de euros en impagos de ciudadanos por el IBI. Zaragoza tambiíén tiene un agujero considerable de más de 200 millones, según fuentes próximas a las conversaciones. Unas cuentas a recuperar con las que estos ayuntamientos podrían mejorar sus números de cara a los presupuestos de 2015, unos números que habitualmente suelen ser crecientes para ganarse el favor de los votantes.
Aunque no hay cifras exactas, se calcula que el volumen de impagos derivados de impuestos como el de inmuebles y el de circulación ronda los 9.000 millones de euros, un fraude que los ayuntamientos no son capaces de resolver por la falta de infraestructura para perseguir a los deudores. Habitualmente, los gestores municipales envían al domicilio postal del propietario el aviso de pago voluntario durante un periodo concreto. En caso de no satisfacerlo, el dueño del inmueble suele recibir una segunda notificación, pero si no es atendida el impago queda en el limbo, salvo reclamación judicial.
Central de compras para ahorrar
La mayoría de los ayuntamientos no cuenta con este servicio de recobro, que es lo que ahora está negociando la FEMP. Esta institución ya tiene contratadas con una empresa especializada en morosos las multas de tráfico cometidas por extranjeros no residentes en España. Al mismo tiempo, está negociando la creación de una central de compras para abaratar aprovisionamientos tan comunes como la energía y las telecomunicaciones. Se considera que, cuantos más municipios se adhieran a esta iniciativa, más podrán ahorrar
La posibilidad de cobrar estos 9.000 millones de impagos supondría un balón de oxígeno para las arcas municipales, que siguen arrastrando una deuda abultada. Según los últimos datos del Banco de España, las Administraciones locales cerraron el primer trimestre de 2014 con un pasivo de 40.855 millones, 625 millones menos que en diciembre de 2013 (ver deuda por ciudad). Este dato confirma la evolución favorable de la deuda municipal, un epígrafe básico para el cumplimiento del objetivo de díéficit fijado por el Gobierno para este año.
Otro informe del Ministerio de Hacienda señala que Madrid es la ciudad que acumula más deuda. El consistorio de la capital arrastra unas obligaciones de 7.035 millones derivadas de las obras faraónicas acometidas durante el mandato del ya exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón. Su pasivo es mayor que el de la suma de las principales 20 capitales de provincia. Le sigue Barcelona, con 1.110 millones, y Valencia, con 872. Si la capital del Turia recuperase lo que le deben por el IBI, sus números rojos se reducirían a la mitad.
