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Autor Tema: Prisa admite a la CNMV que vende Canal+ a precio de saldo por tensiones de  (Leído 66 veces)

Eguzki

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Las condiciones de Competencia no son el único escollo que afronta el Grupo Prisa para cerrar la venta de Digital+. Y es que más organismos han puesto la lupa sobre la operación. En concreto, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha hecho llegar un requerimiento a la editora de El Paí­s en el que pide explicaciones por el bajo precio de venta de la plataforma de pago, tras el acuerdo que llevará a Telefónica a abonar 750 millones. Esta tasación casa mal con los 1.849 millones en que la firma de Juan Luis Cebrián consignaba el valor recuperable de su filial a 31 de diciembre de 2013.

La respuesta de Prisa al supervisor no deja dudas sobre la urgencia con que la compañí­a afrontó la transacción. De hecho, la empresa reconoce que la diferencia entre el cálculo del valor a cierre del año pasado y el precio final de venta enlaza con “las necesidades de liquidez” del grupo y con las propias “necesidades de caja de DTS [Distribuidora de Televisión Digital, S.A.] en el corto plazo para hacer frente a su plan de negocio y a las inversiones necesarias para poder mantener su posición en el mercado de la televisión de pago”. Todo un reconocimiento de las estrecheces por las que atraviesa la empresa, tambiíén obligada a desinvertir para cumplir con la banca en su proceso de refinanciación.

El Consejo de Administración de Prisa aceptaba el pasado 7 de mayo la oferta de Telefónica para adquirir el 56% de Canal+ por 725 millones de euros. Las firmas de Juan Luis Cebrián y Cíésar Alierta se daban 30 dí­as para culminar la operación y firmar los pertinentes contratos, un plazo que sirvió para finiquitar la venta en 750 millones. Semanas despuíés, a finales de julio, la propietaria de la Cadena SER admití­a que la desinversión, al precio pactado, provocaba una píérdida contable de 2.064,92 millones en las cuentas consolidadas y de 750,38 millones en las individuales. Un ajuste que poní­a a la firma en situación de desequilibrio patrimonial, estado que Prisa asegura a la CNMV que se ha solventado con la conversión de deuda en un príéstamo participativo con fecha 15 de septiembre.
¿Por quíé el ajuste no se hizo con antelación y no se contemplaba al cierre de 2013? “En el momento de formulación, la dirección no tení­a tomada una decisión sobre la eventual venta de DTS y, en consecuencia, en modo alguno podí­a concluir que dicha venta fuera ‘altamente probable’”, justifica la compañí­a. Sobre la valoración, Prisa añade que “la operación se cerró finalmente el 2 de junio (…) contando el Consejo con dos ‘fairness opinion’ sobre el precio finalmente acordado”. Y recuerda que nada se hizo al margen de las entidades financieras: “Las condiciones de la compraventa fueron aprobadas por los principales bancos financiadoras de Prisa, ya que su no oposición era preceptiva para la venta del activo”.

Lo cierto es que Prisa ya admitió en 2013 importantes ajustes por la píérdida de valor de su plataforma. Sin ir más lejos, en el primer semestre registró un deterioro de 208 millones de euros “debido a la ampliación del perí­odo de tiempo necesario para absorber el incremento en los costes asociados al cambio en el modelo de comercialización del fútbol”. Durante el segundo, la rebaja adicional llegó a los 637 millones debido a la irrupción de Telefónica –ví­a Movistar TV– como adversario por los contenidos premium. En 2012, el grupo registraba píérdidas de 255 millones de euros, motivadas por la provisión de otros 294 millones por el deterioro del fondo de comercio de la plataforma de pago. En total, casi 1.140 millones. Como telón de fondo, el desplome del consumo y la subida del IVA durante la crisis.

Una operación sin competencia

En esta lí­nea, la empresa de la familia Polanco tambiíén justifica el precio de la enajenación del activo por el pacto de socios que daba prioridad a Telefónica y Mediaset para hacerse con la plataforma, ya que tení­an derecho de tanteo ante cualquier oferta. Ese escenario “hací­a difí­cil la venta a un tercero y, por lo tanto, la existencia de un precio realmente competitivo entre posibles interesados”. Tampoco ayudaron “la situación del mercado de la televisión de pago del primer semestre” y cuestiones tíécnicas, como “el ríégimen de responsabilidad del vendedor y las condiciones para el cierre de la operación”.
Como publicó este diario, Telefónica no sólo ha logrado un precio más que jugoso para tomar Canal+, sino que corteja con la toma del 100% todo un botí­n en críéditos fiscales. Según consta en las últimas cuentas consolidadas, los activos por impuestos diferidos consignados por DTS se elevan a 756,8 millones de euros, importe que la firma podrá descontarse cuando vuelva a los beneficios ví­a Impuesto de Sociedades. Eso sí­, tambiíén se admití­a que la teleco tomará el control de una empresa con serias tensiones de tesorerí­a, existentes en todo el Grupo Prisa. “A 31 de diciembre de 2013 y 2012, el pasivo corriente es superior al activo corriente”, reconocí­a en los últimos balances remitidos al Registro Mercantil.

En todo caso, el interíés de la CNMV es una broma comparado con lo que puede ser el trámite de competencia. Y es que, como publicó El Confidencial, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tomará como referencia para abordar el expediente las duras condiciones que allá por el año 2010 planteó a la teleco y Mediaset cuando ya apostaron por tomar un 22% de la plataforma de pago. En función de aquellas restricciones, que incluí­an la apertura radical de contenidos a otros operadores, los afectados llegaron a plantearse abortar la operación. Es más, terminaron rediseñándola de forma radical para evitar un fiasco mayúsculo. El entuerto podrí­a repetirse, con el fútbol y su precio como principal obstáculo para cerrar la transacción.