Las dudas siguen copando Wall Street. Prueba de ello es la volatilidad que ha presentado la bolsa estadounidense en un día semifestivo en el parquíé, ya que se celebra el Día de Colón en los Estados Unidos y el mercado de bonos ha permanecido cerrado.
No así el de renta variable, que sigue mostrando fisuras que cada día parecen agrandarse. El rumbo inversor no ha estado nada claro en esta jornada, lo que ha hecho oscilar a los índices de arriba a abajo durante toda la sesión para acabar finalmente con otro notable tropiezo que deja al índice S&P 500 en su nivel más bajo desde mayo.
Al cierre, el Dow Jones se ha dejado un 1,3%, hasta los 16.321 puntos, mientras que el S&P 500 ha perdido un 1,6%, hasta 1.874 enteros, y el Nasdaq ha bajado un 1,4%, hasta 4.213 enteros.
En una sesión que parecía planeada para que los inversores tomaran aire, ya que no se publican datos macroeconómicos de calado ni resultados empresariales, los mercados ese han dejado guiar por China.
En este sentido cabe destacar los datos de exportaciones de septiembre, que batieron las expectativas, pues crecieron un 15,3% respecto al mismo mes del año anterior. Además, este aumento es el mayor desde el mes de marzo de 2013, lo que supone un alivio para el gigante asiático y tambiíén para la economía mundial, ya que las muestras de desfallecimiento que ha dado a lo largo del año han preocupado mucho al mercado.
En cuanto a las materias primas, el Texas ha frenado este lunes su derrape. Aunque ha abierto con descensos del 1,4%, ha concluido el día en tablas en 85,7 dólares el barril. Por su parte, el euro ha acanado subiendo hasta 1,269 dólares.
La bolsa brasileña se anota otra fuerte subida
En Brasil la situación es bien distinta. La incertidumbre acerca del resultado de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales mantiene en vilo a los inversores, que igual que se decantan de forma contundente por las ventas, lo hacen por las compras.
Tras el desplome del 3,5% del viernes pasado, este lunes el Bovespa ha avanzado un 4,7%, hasta 57.956 puntos, despuíés de que la candidata por el Partido Socialista de Brasil, Marina Silva, haya dado su apoyo al candidato del PSBD, Aíécio Neves, para esa segunda votación, con lo que ajusta más la distancias con la actual presidenta, Dilma Rousseff, algo que gusta bastante a los mercados.