Los españoles, bajo la lupa de Europa por la necesidad de mejorar su competitividad y aumentar su productividad, trabajan 280 horas más al año que los alemanes, cuyo sistema económico es utilizado como modelo de eficiencia. Estos datos han sido publicados este martes por Instituto de Estudios Económicos (IEE), que a su vez recopila estadísticas de la OCDE.
En concreto, en España se contabilizaron 1.665 horas de trabajo en 2013, unas 100 menos que el promedio de la OCDE (1.770 horas), pero más que en Alemania (1.388) y Francia (1.489). En la mayoría de naciones de la Unión Europea las horas trabajadas al año están por debajo de la media de la OCDE, mientras Chile, Grecia, Corea y Míéxico superan las 2.000 horas anuales.
Míéxico ocupa el primer lugar con un total de 2.237 horas, seguido de Corea (2.163 horas), Grecia (2.037 horas) y Chile (2.015 horas). Rusia se sitúa en 1.980 horas anuales, mientras que Polonia alcanza una cifra de 1.918. La primera potencia mundial, Estados Unidos, el número de horas al año llega a 1.788.
Este lunes, el Ministerio de Empleo actualizó su estadística sobre convenios colectivos, que arroja que la media de horas anuales pactadas entre empresas y trabajadores aumentó hasta las 1.760. Con ello y tras los ajustes adoptados a lo largo de la crisis para adaptar la producción a la caída de la demanda, las empresas están optando por ampliar la jornada con vistas a la incipiente recuperación de la actividad.
Sin embargo, las estadísticas de la OCDE en este caso no discriminan por productividad, donde Alemania mantiene una amplia ventaja sobre España. Y eso que ha mejorado desde 2010 gracias al recorte de salarios. Según la Comisión Europea, la productividad por hora en Alemania supera los 42 euros, mientras la española se queda en 32 euros.