El banco malo o Sareb se prepara para retasar su portfolio íntegro de activos en poco más de dos años -más de 400.000 inmuebles, que en su mayor parte figuran de colateral de príéstamos-. Se deshace de 10.000 pisos pero tiene 100.000 sin vender.
En una sorpresiva circular, el Banco de España decidió en mayo obligar a la sociedad a volver a evaluar uno a uno todos los críéditos e inmuebles que absorbió de bancos y cajas con ayudas públicas, y realizar las correspondientes provisiones si su precio de mercado resulta inferior al fijado en su día.
Según el borrador de circular, la Sareb debía reestimar toda la cartera en tres años: un 30% en 2014, hasta el 60% a fin de 2015 y el patrimonio restante en 2016.
El ejercicio sujeta su plan de negocio a una nueva reformulación, en la medida que los potenciales saneamientos irán contra la cuenta. Consciente de la dificultad de reformular de raíz la instrucción, la Sareb focalizó las alegaciones al texto en ganar más tiempo.
Sin embargo se prepara para lo peor, y es factible, incluso, que vuelva a realizar dotaciones voluntarias este año como decidió en 2013, incluso aunque la circular definitiva se publique a finales de año o el siguiente.
El traspaso de los activos tóxicos de Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia, Banco de Valencia y Gallego, Ceiss, BMN, Liberbank y Caja3 se efectuó en masa para acelerar la puesta en marcha del banco malo, con evaluaciones por categorías y ligadas a expectativas económicas.
La decisión de provisionar críéditos por 259 millones arrastró su resultado a números rojos de 261 millones el pasado año, cuando su expectativa era ganar dinero. En el primer semestre de este ejercicio, el resultado bruto alcanza los 429 millones -en ebitda, sin amortizaciones ni depreciaciones-, cifra un 23% a igual periodo del año pasado y apenas la mitad de los 847 millones del segundo semestre.
En la Sareb advirtieron que no son comparables, porque su actividad al arranque de 2013 era escasa y tras el verano se precipitaron ventas de carteras para lanzar al mercado una imagen de dinamismo.
Entre los desafíos próximos, junto al impacto de la circular, figura la adjudicación de la gestión de los activos. El Proyecto íbero por el que pujan las plataformas Altamira, de Apollo y Banco Santander; Aktua, de Centerbridge; Servihábitat, de CaixaBank y TPG; Solvia, de Sabadell, Abanca, y Haya Real Estate, de Cerberus, y Blackstone se resolverá a finales de este mes.
La Sareb pide a los fondos un depósito o fianza que se irá liberando o devolviendo a medida que se desprendan de activos. No computará como ingresos ni irá a resultados o para recomponer capital si se deteriora por las provisiones, aseguraron fuente de la Sareb.
El depósito podría alcanzar los 1.000 millones, dado que los contratos de prestación del servicio será de 5 ó 7 años. La Sareb abonó casi 200 millones el año pasado a las entidades que le transpasaron los activos, en comisiones por dicha gestión.
Ventas de pisos a particulares
La incipiente reactivación en compra de viviendas favorece la actividad de la Sareb. Se impuso vender 10.800 viviendas a particulares a lo largo de este año y hasta ahora ha enajenado algo más de 10.000 unidades, un 93% de lo previsto, apuntaron en la sociedad.
La mayor fuente de ingresos es la gestión de príéstamos, cuyo valor representa casi el 80% de los activos recibidos de las entidades ayudadas. El 'banco malo' ingresó 1.696 millones en el primer semestre: un 74% por la gestión de príéstamos y el resto con venta de inmuebles.