Los operadores móviles 'virtuales' no pueden ofrecer telefonía 4G a sus más de 7,9 millones de clientes por dos poderosas razones: las compañías propietarias de las redes móviles lo impiden y el regulador del sector lo consiente. Por unas cosas y por otras, el asunto lleva castigando a los virtuales desde hace casi año y medio, desde que los cuatro grandes del negocio ofrecieron los primeros servicios de banda ancha de alta velocidad en julio de 2013.
De forma coincidente, Movistar, Vodafone y Orange rechazaron compartir con el resto de sus competidores el acceso a una tecnología que les ha costado muchos millones de euros. Ese el gran obstáculo que impide que el 4G llegue a los virtuales y no las excusas tíécnicas que hasta ahora se venían esgrimiendo. En las últimas semanas se ha formado un nuevo escollo que promete demorar por más tiempo las demandas de los virtuales: los precios de los servicios de la superbanda móvil. Ante esa situación, los afectados estudian litigar contra los poderosos, con las inciertas consecuencias que ello supone.
El regulador ha sido testigo directo de la controversia, pero hasta la fecha sin haber movido un dedo para fomentar el dinamismo y juego limpio en ese mercado. Primero fue la CMT y ahora la CNMC. Por no hacer, el regulador tampoco ha resuelto el conflicto que presentó Yoigo contra Movistar para ofrecer este tipo de servicios a otras compañías de móviles. Cuando quiera hacerlo ya será demasiado tarde.
Clientes de primera y de segunda
Los observadores del sector consideran que los operadores de red abogan por crear dos perfiles de clientes de móvil: los que viajan en primera clase, con velocidades de hace 100 Mb; y los que se mueven en una segunda clase, con las tradicionales conexiones de 3G, diez veces más lentas que las de sus vecinos. Es decir, sólo los abonados de Movistar, Vodafone, Orange y Yoigo pueden navegar más rápido que los operadores alquilados. El asunto adquiere importancia ya que el 15,5% del mercado (los usuarios de los operadores virtuales) ya disponen de smartphones de 4G, pero no pueden disfrutar de esas prestaciones por culpa del operador.
Yoigo es un caso aparte. El cuarto operador español atesora red 4G y tambiíén tiene voluntad de ponerla en valor entre los virtuales, pero carece de la fuerza legal para realquilar unos servicios de telefonía básica que le suministra Telefónica. En esa situación, los operadores virtuales confían en lanzar sus primeros servicios de 4G a finales de año, entre ellos Jazztel, Euskaltel y Pepephone. Más vale tarde que nunca...