Abengoa, OHL, FCC y Ferrovial, bien posicionadas en el inminente concurso para construir 108 kilómetros de vía fíérrea, con el apoyo de Fomento y Economía.
«La relación entre España y Arabia Saudí está pasando por sus mejores momentos». El ministro saudí de Comercio e Industria, Tawfig bin Fawzan Al-Rabiah, pronunció esta frase la semana pasada en Madrid, ante autoridades del Gobierno español y empresarios del reino árabe. En la visita con fines económicos y comerciales que realizó la delegación saudí se habló, entre otros temas, de la inminente licitación del metro de Yeda, la segunda ciudad más grande del país, con 3,5 millones de habitantes. El proyecto está valorado en 20.000 millones de dólares (15.600 millones de euros), y las empresas cuentan con el apoyo institucional de los ministerios de Fomento y Economía.
Las empresas españolas Abengoa, OHL, FCC y Ferrovial han mostrado interíés por este concurso, similar al megaproyecto del metro de Riad, valorado en 16.300 millones de euros y en el que participa FCC. El proyecto de Yeda consistirá en la construcción de 108 kilómetros de vía fíérrea, con tres líneas principales.
La ciudad «se enfrenta a serios problemas de falta de infraestructuras adecuadas, sobre todo de transporte público», según consta en un documento interno del Gobierno que recoge las principales características de la obra. «La municipalidad parece que ya cuenta con los recursos financieros desde el Gobierno central y esperan convocar oficialmente la licitación de un metro pronto», asegura el informe, al que ha tenido acceso EXPANSIí“N.
El tren subterráneo de Yeda es uno de los varios proyectos que Arabia Saudí sacará a concurso en un breve plazo de tiempo, junto con el metro de Dammam, la línea fíérrea entre el norte y el sur del país, la que unirá Riad y Yeda (952 kilómetros) y la que conectará la costa oeste, bañada por el Mar Rojo, con la oeste, en el Golfo Píérsico «Arabia Saudí tiene un díéficit muy importante de infraestructuras, y hay muchas posibilidades para las empresas españolas. Y no solo las grandes, sino sobre todo las pymes que quieren instalarse allí», explica un empresario español cercano a la Embajada saudí en España.
Pero las oportunidades no están solo en el transporte o la obra civil. La reciente visita de la delegación saudí tambiíén sirvió para firmar con España varios acuerdos bilaterales en turismo, educación, sanidad, seguridad o energía renovable, entre otros ámbitos.
Comisión
De hecho, la firma de este tipo de convenios es la razón de ser de la reciíén creada Comisión Mixta Hispano-Saudí, que la semana pasada celebró la primera reunión en Madrid con el ministro Fawzan Al-Rabiah, el ministro español de Industria, Turismo y Energía, Josíé Manuel Soria, y el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.
La Comisión, según sus impulsores, responde a la necesidad de incrementar los intercambios comerciales entre ambos países, en sintonía con lo que viene sucediendo en los últimos años. Por ejemplo, las exportaciones españolas a Arabia Saudí han pasado de los 880 millones de euros en 2009 a los 2.376 en 2013. Bien es verdad que la balanza siempre ha resultado negativa para España debido por las cuantiosas importaciones de petróleo saudí.
La inversión española acumulada neta en la economía del país árabe es de 530 millones de euros, lo que le convierte en el duodíécimo país extranjero según stock inversor. Por su parte, el cúmulo de inversiones saudíes en España ronda los 830 millones.
Sin duda, las compañías españolas líderes en transportes e infraestructuras están protagonizando algunas de las obras más importantes del país, especialmente el AVE entre Medina y La Meca y el metro de Riad. Tambiíén se presentan opciones en el sector de la Defensa con la venta de fragatas F-110 y vehículos terrestres 8x8, ya que los saudíes quieren modernizar su Ejíército a lo largo de los próximos diez años.
En estas relaciones económicas ha cumplido un papel fundamental el ahora rey emíérito Don Juan Carlos, que lideró un viaje oficial del Gobierno español el pasado mayo, pocas semanas antes de anunciar su abdicación. La excelente relación que el anterior jefe de Estado mantiene con la dinastía de los bin Abdelaziz Al-Saud ha sido clave para, por ejemplo, conseguir el contrato del AVE entre La Meca y Medina, al que tambiíén aspiró Francia con la implicación personal de Nicolas Sarkozy. Estas obras han sufrido ciertos problemas en los últimos meses por el impacto de las fuertes tormentas de arena en la maquinaria necesaria para construir la línea de alta velocidad.
Las grandes compañías de transporte e infraestructuras han incrementado en los últimos años sus obras en el exterior, ante el desplome de la actividad interna española. En este momento hay presencia española en proyectos por todo el globo, desde ífrica hasta Australia, pasando por India, Oriente Próximo y Amíérica del norte y el sur.