El mercado sigue siendo el juez soberano que altera los planes de las compañías que cotizan o quieren cotizar en bolsa. Es el caso de ACS Renovables y Pegaso Renovables, antigua FCC Energía, que han decidido posponer sus ofertas públicas de venta (OPV) para 2015 por la dificultad para encontrar inversores. Dos aplazamientos que se suman a los de Naturhouse, Bulwin y Testa. Todo un revíés tras los anuncios de Elvira Rodríguez, presidenta de la CNMV, y de Antonio Zoido, presidente de BME, que semanas atrás lanzaban las campanas al vuelo sobre la oleada de OPV que se avecinaban sobre la bolsa española.
Según indican fuentes financieras, ACS ha decidido posponer para al menos el primer trimestre del próximo año la salida a bolsa de su filial de energías renovables, una operación a la que está obligada para no tener que volver a consolidar los 2.600 millones de euros de deuda que acumula esta división y que, desde hace cuatro años, está fuera de su balance por un artilugio contable.
Al estar calificada como “activo disponible para la ventaâ€, la constructora presidida por Florentino Píérez puede aparcar el pasivo de este negocio, que creció como la espuma al calor de las primas que aprobó el Gobierno de Josíé Luis Rodríguez Zapatero para favorecer las energías limpias. Además, la inversión se hizo sin apenas aportar dinero líquido, sino financiando las plantas termosolares y fotovoltaicas con príéstamos bancarios.
Pero al llevar cuatro años con este cartel y una vez cerrada la reforma elíéctrica, ACS ya no tiene excusa para seguir escondiendo los 2.600 millones que adeuda por estos proyectos energíéticos. Deloitte le obliga a vender la compañía mediante la búsqueda de un comprador, operación encargada a Sociíétíé Gíéníérale y Mediobanca, o la salida a bolsa, para lo que ha contratado a Bank of America Merrill Lynch.
La complejidad de la transacción –separación de activos– y la falta de tiempo, dado que en diciembre muchos gestores de fondos han cerrado sus carteras, han aconsejado a ACS posponer la operación para el primer trimestre del próximo año. Esa es la fecha límite que le concede Deloitte para evitar ponerle una salvedad en las cuentas del grupo, que en los últimos dos años ha hecho un gran esfuerzo para vender activos y reducir su abultado apalancamiento.
Lo mismo le ha ocurrido a Pegaso Renewables Spain, la sociedad que agrupa principalmente lo que hasta hace unos meses era FCC Energía. Los nuevos accionistas –Ignacio Cortázar y Juan Ignacio Martí Junco– pretendían levantar 500 millones de euros mediante una oferta pública de suscripción (OPS) o ampliación de capital para financiar el crecimiento. Pero Citi y JB Capital Markets, sus dos bancos colocadores, le han aconsejado aplazar la salida a bolsa hasta 2015.
Plenium, la sociedad matriz de Pegaso Renewables Spain, ha optado por posponer la operación, como tambiíén ha hecho Sacyr con la emisión de acciones de Testa, su filial inmobiliaria patrimonial. La constructora tiene planeado colocar en el mercado una OPS por al menos 500 millones, pero los problemas que tuvieron algunas de las últimas socimis que salieron a bolsa antes del verano le han llevado a pensárselo dos veces.
En total, cinco salidas a bolsa suspendidas hasta que mejoren las condiciones de mercado que ponen en alerta las colocaciones de Aena y Endesa. La primera tiene previsto verificar esta semana el folleto informativo de la venta del 27% del capital, mientras que la segunda pretende hacerlo la siguiente.