Lance Armstrong rechazó la propuesta de la Agencia Francesa Antidopaje (AFLD) para llevar a cabo un nuevo análisis de las muestras tomadas al ciclista estadounidense durante el Tour de Francia de 1999 con el objetivo de "acabar con los rumores sobre su supuesto dopaje" y aclarar la situación del corredor de cara a su vuelta a la competición oficial.
"No voy a dar mi visto bueno para presentar las pruebas pertinentes", comentó Armstrong en un comunicado oficial emitido desde Los Angeles (EE.UU.). El siete veces campíéon del Tour de Francia está bajo sospecha supuestamente por haber consumido EPO durante la ronda gala disputada en 1999, según informaciones publicadas por L'Equipe un mes despuíés de su última victoria en 2005.
"Las muestras de los Tour de 1998 y 1999 no se conserva adecuadamente. Incluso hace tres años, su análisis no pudieron proporcionar resultados concluyentes", añadió el ciclista en el citado comunicado.
"En 2005, mi conducta ya fue analizada con test parecidos a varias muestras de orina de 1998 y 1999. Esa búsqueda fue realizada por interíés de una investigación independiente y las conclusiones fueron rotundas, pues se afirmó que el líquido no se había conservado adecuadamente, sin que se obtuvieran resultados significativos", aclaró Armstrong.