La foto bursátil de Zeltia ha pegado un cambio radical en casi doce meses. Si a 31 de diciembre casi la mitad del mercado recomendaba vender y otro tanto mantener, ahora el 62,5% del consenso de los analistas de Bloomberg aconseja comprar el valor. A esta progresión se suma la del precio objetivo que le conceden los analistas, que a finales del pasado ejercicio se situaba de media en los 2,31 euros y que ahora asciende a 2,91 euros.
Lo que no ha cambiado es el torno alcista que acompaña al valor. Eso sí, con menor intensidad que en 2013. Si el año pasado sus títulos se dispararon un 90%, en 2014 suman un 10,4%, muy por encima del 2,9% que suma el índice General de la Bolsa de Madrid.
A su favor, Zeltia cuenta con el respaldo de su negocio. Elena Fernández, analista de Intermoney Valores -que recomienda “comprar†y le otorga un potencial del 44%- afirma que “este año se está confirmando la buena evolución de las ventas de biofarmacia y la recuperación del área de química de gran consumo, con lo que se podría decir que se están sentando las bases de cara al futuroâ€.
Cambio de papeles
Y es que el área de química de gran consumo, que durante años fue el principal pilar de la compañía, ha pasado a un segundo plano a la sombra del área de biofarmacia. De hecho, a pesar del buen comportamiento del primer semestre de 2014, que se recupera de la debilidad mostrada el año anterior como consecuencia de la crisis económica, los inversores han centrado completamente su atención en la evolución de sus investigaciones de medicamentos contra el cáncer.
Tal es así que, según aseguran fuentes del mercado, “ya no representa una división core para la compañía†y que “podrían plantearse su desinversiónâ€. De hecho, hace sólo cinco años, en los tres primeros trimestres de 2009, el segmento de química aportaba 9,4 millones al resultado bruto de explotación (ebitda) del grupo, mientras que el de biofarmacia suponía píérdidas de 12 millones. En las últimas cuentas presentadas el pasado jueves, la química aportaba al ebitda sólo 6,28 millones frente a los 25,60 millones de biofarmacia. Aunque el papel estelar corresponde a su fármaco Yondelis, que fue el origen de 57,4 de los 116,9 millones de euros que la empresa ingresó en los tres primeros trimestres de 2014.
Todo ello ha desembocado en que el beneficio bruto de los nueve primeros meses de 2014 haya crecido un 18%, hasta los 25,6 millones de euros, y en que el beneficio haya aumentado en un 24%, hasta los 17,5 millones. Con estos números, y salvo sorpresa en el último trimestre, la compañía registrará en 2014 un beneficio ríécord. Por el momento, las previsiones contemplan unas ganancias anuales próximas a los 20 millones de euros, frente a los 11,3 millones de 2013.
Un calendario cargado de citas
De hecho, y para mantener la tradición de su historia como cotizada, los días gloriosos de Zeltia en bolsa en el último año se han producido a golpe de hecho relevante, comunicado o nota de prensa relacionado con alguno de sus medicamentos en fase de investigación. En este sentido, el repunte anual de la compañía no ha estado exento de volatilidad -en la primera quincena de octubre corrigió más de un 17%- “porque el mercado necesita seguir confirmando que se consiguen los hitos clínicos previstosâ€, explica Fernández.
recisamente por la relevancia adquirida por los anuncios y porque el mercado se encuentra a la espera de novedades, la farmacíéutica tiene por delante varias citas que determinarán su comportamiento en el parquíé. Entre estos hitos marcados en el calendario se encuentra la presentación del dossier de registro de Yondelis en Japón y el inicio de la Fase III de la investigación para el cáncer de ovario resistente y para el cáncer de endometrio del medicamento PM1183 antes de que acabe el año.
Además, está pendiente el último pago de 10 millones de dólares de Johnson & Johnson por el acuerdo sobre Yondelis, así como la presentación de este fármaco para el sarcoma de tejidos blandos en Estados Unidos.
“La compañía no está exenta de riesgo por el sector en que se encuentra, aunque con un potencial al alza teniendo en cuenta las distintas aprobaciones que se esperan y los compuestos en desarrollo con los que cuentaâ€, afirma la analista. Así, recientemente la veta de la licencia de Aplidín hizo que se pusiese en valor un compuesto que, aunque en un estadio avanzado de desarrollo –se encontraba en Fase III para el tratamiento del mieloma múltiple refractario-, no estaba incluido en las estimaciones de los analistas.