La principal entidad financiera interesada en que la Generalitat de Cataluña mantenga solvencia con la protección del fondo de rescate del Estado es el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Mantiene príéstamos al Gobierno catalán por un valor superior a los 4.000 millones de euros, según la lista confidencial de prestamistas a la que ha tenido acceso EL MUNDO.
Esta relación, facilitada por la propia Generalitat a acreedores, sitúa en segunda posición al BBVA, al asumir príéstamos de 900 millones tras adquirir Catalunya Banc. En el tercer puesto figura CaixaBank, tradicional primer acreedor bancario del Govern. Siguen el Santander y el francobelga Dexia, según datos actualizados a segundo trimestre de este año, últimos disponibles.
Un portavoz del BEI declina comentar a este diario la actual tensión política con Cataluña, que considera un asunto estrictamente español. "El BEI, como institución financiera, no comenta sobre asuntos internos de los Estados miembros de la UE", afirma sin más precisiones. El BEI comparte la posición del Consejo Europeo y de la Comisión Europea de que una Cataluña independiente saldría de la UE y del club del euro con las consiguientes consecuencias.
No obstante, al contrario de lo que sucede con el BBVA y demás entidades españolas, el BEI puede beneficiarse actualmente del llamado Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). El Ministerio de Hacienda no permite al conseller de Finanzas de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, hacer uso del FLA para devolver príéstamos a la banca española, pero sí al BEI y resto de entidades con sede en el exterior, según las fuentes financieras consultadas, para que no haya impagos de consecuencia internacional.
"Si no fuera por el rescate del Estado, la situación financiera de la Generalitat sería muy delicada", según el responsable de una de las entidades financieras acreedoras. "Como el FLA no puede usarse para amortizar nuestros críéditos no tenemos más remedio que seguir refinanciándoles cuando vencen, porque de otro modo no podrían pagar", explican en un banco español.
El propio Instituto de Críédito Oficial (ICO) figura entre los primeros acreedores bancarios con 1.890 millones por delante del Santander con 1.260. Este último rebajó su actividad crediticia ya en la etapa del Tripartito. El entonces conseller de Finanzas, Antoni Castells, lanzó duras críticas a Emilio Botín por no unirse a un críédito sindicado que precisaba la Generalitat.
Siguen al Santander en la relación de principales acreedores Dexia, Bankia y el Banco Sabadell, con el 5%, 4% y 2% de los príéstamos totales a la Generalitat, respectivamente. Entre las ocho entidades citadas suman el 83% de los 21.006 millones que debe la Generalitat a la banca. El resto se encuentra muy repartido.
El principal acreedor no bancario de la Generalitat es el propio reino de España que tiene comprometidos 28.000 millones. La mayoría de ellos, 21.328 a travíés del FLA y el resto con el Fondo de Financiación de pago a proveedores.
incremento de la deuda
La deuda de Cataluña ha ido aumentado en paralelo a la crisis y a la tensión soberanista. En el año 2007 con el Tripartito de Josíé Montilla como presidente de la Generalitat en los albores de la crisis, el endeudamiento ascendió a 14.863 millones. Cuando abandonó el cargo, en diciembre de 2010, se situaba ya en 31.886 millones. Su sucesor, Artur Mas, cerró 2013 con 57.122 millones que superan ya los 61.000 millones en la segunda mitad de ejercicio.
Además de los príéstamos del Estado y de las entidades bancarias, aún hay inversores institucionales de todo el mundo y particulares que poseen bonos de la Generalitat por valor de casi 13.000 millones. Con la ayuda del FLA, la Generalitat ha podido ir amortizando los llamados bonos patrióticos y no ha realizado nuevas emisiones, porque le es más barato apoyarse en el fondo de rescate que en acudir al mercado, que le exigiría retribuciones mucho más elevadas y cercanas a las de Grecia. Cataluña mantiene 'rating' de bono basura en las agencias Standard&Poor's y Moody's mientras que Fitch amenazó el pasado 29 de septiembre con rebajárselo a ese nivel si aumenta su tensión con el Estado.
La vida media de la deuda de la Generalitat de Cataluña es de 6,41 años, por lo que al menos hasta el año 2021, los inversores precisan ver estabilidad en su deudor. En el caso de los príéstamos bancarios, incluidos los del Banco Europeo de Inversiones, la vida media es muy superior, según las fuentes consultadas.
El líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, considerado como favorito en las encuestas para presidir una futura Generalitat ha amenazado con no asumir la parte de la deuda del Estado que correspondería a Cataluña, unos 200.000 millones, si la declaración de independencia no es fruto de un pacto con el Gobierno central.