Accionistas a la fuga. No es el título de una película de sobremesa. Es la realidad de los principales bancos españoles que lenta, pero constantemente, asisten a una píérdida de accionistas, tal y como se desprenden de los datos facilitados por las propias entidades. Los números no dejan lugar a duda en lo que es una tendencia durante los últimos años. En 2014, casi 150.000 accionistas han enfilado la puerta de salida de los siete principales bancos españoles. No obstante, como suele suceder con todo, este movimiento tiene sus luces y sombras y su efecto es más acentuado en unas entidades que en otras.
En tíérminos absolutos, sólo Banco Popular consigue ampliar su base accionarial, respecto a los datos anunciados a cierre del pasado ejercicio. La entidad presidida por íngel Ron ha incrementado su número de accionistas en casi 8.000 inversores, hasta un total de 272.230. Y dejen de contar. Porque este es el único banco que hoy puede afirmar tal extremo, en relación con los datos que había a finales del pasado año. Entre el resto de entidades, las caídas son la tónica general.
El banco que registra los mayores descensos en lo que va de año es Banco Sabadell, con un descenso del 11% (casi 30.200) en lo que va de ejercicio hasta los 232.411 inversores que, a cierre del tercer trimestre, formaban parte de su capital. Junto a la entidad catalana aparece Bankinter, que tambiíén ve reducida su base accionarial en un 6,8% (casi 4.900 inversores), hasta un total de 66.084. Ambas entidades se han visto beneficiadas durante buena parte del ejercicio por el empuje que han tenido los bancos medianos, más vinculados a la recuperación económica en España. Los analistas justifican la mayor salida de inversores en ambos casos por la buena evolución de la cotización, que ha propiciado una mayor propensión a la recogida de beneficios.
Al margen de las dos grandes entidades aparece Bankia que, en los nueve primeros meses del año, tambiíén ha registrado una reducción del 3,7% (18.052 accionistas, hasta los 459.631).
BBVA y Santander son un calco de esta situación, con descensos superiores al 2%, que sitúan la masa accionarial de la entidad vasca en 947.901 inversores y la de la entidad cántabra en 3.229.672 accionistas. Si se tienen en cuenta estos datos, -unidos a los de la última lectura de CaixaBank- que, a cierre del primer semestre contaba con 728.542 accionistas (es la única entidad que no actualiza esta referencia trimestralmente), las siete entidades del Ibex 35 tienen menos de seis millones de accionistas en conjunto. Si se amplía el horizonte temporal hasta el cierre de 2012, la operación salida de los grandes bancos españoles se cuantifica, en casi dos años, en unos 450.000 inversores.
Opciones más atractivas que la banca
A la hora de buscar explicación a la evolución de estos datos, los expertos no terminan de ponerse del todo de acuerdo. Por un lado, hay quien piensa que muchas entidades se postulan como una opción menos atractiva para lograr amplios crecimientos en el corto plazo. "Creemos que quien invierte en banca debe hacerlo con vistas a largo plazo. Está claro que hay opciones con mayor beta en plazos más cortos que han podido restar brillo a un sector financiero cuestionado de forma constante en los últimos años", apuntan desde XTB Trading.
Por el otro, desde Renta 4 creen que un factor que ha podido pasar factura a los bancos frente a otras opciones ha sido la política de remuneración al accionista, donde buena parte de las entidades han optado en los últimos ejercicios por efectuar el pago de sus dividendos en formato scrip (elección entre cobrar en acciones o efectivo).