La venta de la mayor autopista de peaje de Estados Unidos,la Indiana Toll Road (ITR), se acelera, una operación que intermedia el banco suizo UBS. Según indicaron fuentes financieras, el jueves terminó el plazo para realizar ofertas no vinculantes. En España, han mostrado interíés tanto Abertis, que acude con el fondo canadiense de infraestructuras Borealis, como Ferrovial, de la mano con Brookfield.
ITR se encuentra actualmente en situación de preconcurso. Toda la deuda, de 5.789 millones, se encuentra en manos de hedge fund y otros fondos oportunistas, ahora en proceso de reestructuración. Este pasivo ha ido cambiando de manos en los últimos meses, despuíés de que los bancos, la mayoría españoles, tiraran la toalla en las negociaciones, tal y como adelantó EXPANSIí“N.
El steering comitee (grupo que lideró las negociaciones) lo formaban Santander, BBVA, RBS, Bayerische Landesbank, Bankia, Unicredit y Dexia. Tambiíén Bankia, que fue uno de los primeros que vendió, con un paquete de 500 millones, a los fondos Strategic Value Partners y King Street Capital. BBVA, Sabadell y el ICO fueron los últimos españoles en deshacerse de su porción.
Más interesados
La idea de estos fondos es ejecutar la deuda y venderla al mejor postor. Según indicó Reuters el 14 de octubre, otros consorcios interesados podrían ser el fondo australiano Hastings con el vehículo de California CalPers, y la italiana Autostrade, por un lado, y Alberta Investment Management Corporation (AIMCo) con el fondo soberano Abu Dhabi Investment Authority. El valor de la operación podría alcanzar los 5.000 millones de dólares (casi 4.000 millones de euros). En enero, se prevíé hacer un corte con las ofertas ya vinculantes.
Tal como informó EXPANSIí“N el 23 de junio, Abertis encargó a Barclays su desembarco en EEUU y su consejero delegado, Francisco Reyníés, destacó en junio que el grupo dispone de recursos para realizar compras de activos por 8.000 millones.
Ferrovial, en este caso, intenta recuperar un activo que ya estaba en sus manos. La compañía era el copropietario a travíés de su filial Cintra, junto a Macquarie, de la autopista antes de que entrara en preconcurso. Sin embargo, la firma de un derivado cuando se hizo con la autopista en 2006 disparó la deuda a niveles insostenibles. Fuentes de Ferrovial y Abertis declinaron hacer comentarios.
La historia de la infraestructura
Un consorcio formado al 50% por Cintra, filial de Ferrovial, y Macquarie pretendía gestionar durante 75 años la concesión y mantenimiento de esta autopista de peaje, que se adjudicó en 2006.
El consorcio pagó 3.850 millones de dólares, pero la deuda se disparó por la firma de un derivado financiero, hasta los 5.789 millones. Pese a que el críédito vencía en 2015, la empresa entró en preconcurso.
Ferrovial intenta ahora recuperar el activo, mientras Abertis busca crecer en Estados Unidos