Rohm and Haas cierra su planta de Tudela y deja en la calle a toda la plantilla
La planta que la empresa Rohm and Haas tiene en Tudela y que fue adquirida el pasado mes de julio por la compañía Dow Chemical (la mayor química de Estados Unidos y segunda del mundo) anunció ayer que cerrará sus puertas de forma definitiva. La noticia, que se dio a conocer a los empleados a primera hora de la mañana, supone el despido de 53 personas con una media de edad de entre 38 y 41 años, y la desaparición de una de las factorías más emblemáticas de la capital ribera.
La firma Rohm and Haas pasó en julio a manos de Dow Chemical por 11.980 millones de dólares, un extremo que, en la planta de Tudela, desencadenó rumores acerca de una posible deslocalización de la empresa. "Teníamos la certeza de que íbamos a sufrir algún tipo de impacto porque la planta (como el resto de las que tenemos en Europa) estaba siendo observada, pero no esperábamos que el golpe fuera tan grande", confesó el miembro del comitíé de empresa Javier Pascual (ESK). Lo cierto es que la adquisición de la firma por parte de Down Chemical anticipó una serie de movimientos de aviso de reestructuración en las más de 150 plantas de Rohm and Haas en todo el mundo y de optimización en las mismas, incluida la de Tudela (conocida como Ebroquímica). "A partir de ahí, comenzamos a mantener reuniones periódicas con la empresa intentando aclarar nuestra situación y las consecuencias que íbamos a tener por todo ello; sin embargo, teníamos la esperanza de que el cierre total no iba a llegar", explicó Pascual. En cuanto al proceso que se abre a partir del anuncio de cierre de la planta, desde ESK (que tiene dos delegados de los cinco que componen el comitíé de empresa) comentaron que "ahora comenzamos un periodo de negociaciones en el que parece que la empresa está dispuesta a hablar de dinero, pero de dinero para despidos directos y sin otra alternativa para toda la plantilla, desde la dirección hasta el último gato", afirmó Javier Pascual.
trabajo pendiente Sin una fecha fija para la interrupción de la actividad y la clausura definitiva de la planta tudelana, los trabajadores intentaron ayer organizarse y acordaron reunirse en asamblea al próximo lunes para, como comentó Pascual, "ver quíé necesidades tiene la planta y cómo se puede dar fin al trabajo pendiente en un momento en el que lo que menos nos apetece es ir a currar", reconoció. Además, el jueves 9, tanto la empresa como el comitíé se reunirán de forma independiente con la asesoría tíécnica "porque es necesario sentar las bases de lo que nos espera en el futuro", apuntó el delegado de ESK. Precisamente, este sindicato (a travíés de su coordinador general en Navarra, Josíé Luis García) confirmó que la empresa ha mostrado su disposición "a llegar lo antes posible a una solución de cierre" y lamentó que "si tenemos en cuenta que estamos ante un caso de deslocalización, nos encontramos con otro caso similar al de Sanyo, sin solución".
Rohm and Haas se instaló en 1967 en Tudela y se dedica a la fabricación de emulsiones acrílicas y dispersantes.
