Por... Leovani Garcia Olivarez
Una auditoría interna en la compañía Petrobras certificó que ocurrieron irregularidades durante la compra en 2006 de la refinería de Pasadena, en Estados Unidos, afirmaron fuentes de la empresa brasileña.
El informe de dicha auditoria, aprobado la víspera por la Comisión de Administración de dicha entidad, revela los nombres de los funcionarios implicados en las anomalías y las posibles sanciones, resaltó Síérgio Quintella, uno de los representantes del gobierno federal en dicho Comitíé.
Quintella adelantó que Petrobras planea presentar los resultados de la pesquisa interna en la reunión de su directorio del 12 de diciembre próximo. En esa cita se anunciarán tambiíén otras anomalías ocurridas en la refinería Abreu e Lima, ubicada en el noreste, y en el Complejo Petroquímico de Río de Janeiro.
"El Consejo aprobó el informe de la auditoria de Pasadena, con una serie de propuestas de sanción", reiteró trás descartar ofrecer los nombres de los implicados en presuntos actos de corrupción.
A mediados de este año, el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) determinó la existencia de presuntos oscuros manejos en la compra de la planta norteamericana y señaló que los involucrados podrán ser sancionados a devolver unos 800 millones de dólares a Petrobras.
La auditoría sobre el proceso de compra de Pasadena comenzó en marzo pasado, despuíés de que salieran a la luz pública evidencias de una posible sobrefacturación.
Según medios de prensa brasileños, esa operación costó mil 100 millones de dólares, a pesar de que dicha planta fue en 2005 adquirida por su anterior propietaria, la belga Astra Oil Trading, por 42 millones de dólares.
Este elevado costo llamó la atención de diputados en el Congreso, que crearon a mediados del presente año una comisión para investigar este supuesto ilícito, sin que hasta el momento se ofrezcan resultados concretos.
Además de las irregularidades en la adquisición de Pasadena, Petrobras enfrenta otro gran escándalo debido a las denuncias de pago de propinas y desvío de recursos en la firma de contratos inflados con empresas privadas brasileñas.
Las investigaciones de la Policía Federal revelan que 25 ejecutivos de grandes compañías y exdirectivos de la petrolera nacional están implicados en este esquema de corrupción que movió unos 10 mil millones de reales (unos cuatro mil millones de dólares) entre 2003 y 2012.