Otra vez en la cuerda floja. La decisión de Sherpa Capital de no ejercer su derecho preferente para entrar en Amper ha vuelto a encender todas las alarmas en la compañía, que ha convocado un consejo para mañana mismo. Consciente de la agónica situación que vive, el máximo órgano de administración del grupo tecnológico se enfrenta a tener que tomar una decisión rápida decisión que le permita seguir a flote despuíés de un duro año de lucha.
Sobre la mesa están varias opciones, pero todas juegan con el tiempo en contra, por el lado negativo, y con el deseo tanto de la banca acreedora como de la cúpula de la compañía de llegar a un acuerdo que permita al grupo seguir adelante. Como ya anunció la propia Amper, entre los candidatos a realizar la inversión de 20 millones de euros que el consejo considera suficiente para continuar con la operativa se encuentra el fondo Springwater, que el mes pasado ya presentó una oferta vinculante.
La firma liderada por Martin Gruschka puede entrar a negociar su propuesta ahora que Sherpa Capital ha optado por no ejercer su derecho preferente. Sin embargo, esto no significa que el fondo capitaneado por Eduardo Navarro haya tirado la toalla, ya que la cúpula de Amper todavía tiene esperanzas de poder llegar a un acuerdo con íél. De hecho, estas dos propuestas estarán hoy sobre la mesa, según fuentes del mercado, que tambiíén apuntana a la posible aparición, en el último momento, de un caballero blanco.
Sin embargo, las mismas fuentes aseguran que el rescate que necesita realmente Amper para seguir operando es superior a los 20 millones que siempre ha defendido la compañía, debido a que sus deudas más van allá de los pagos pendientes con las entidades financieras.
De hecho, íéste es el motivo que estuvo tambiíén detrás de la marcha de Slon Capital, fondo que tambiíén llegó inicialmente a un acuerdo con la empresa, pero que terminó tirando la toalla. Tanto esta firma, como Sherpa, han modificado sus números iniciales cuando han entrado a analizar a fondos las entrañas de la empresa en los procesos de due dilligence, una auditoría que los potenciales nuevos compradores deberán realizar ahora en tiempo ríécord, ya que la banca ha dado de plazo hasta el próximo 19 de diciembre para que Amper tome una decisión.
Amper adeuda cerca de 120 millones de euros a una veintena de bancos acreedores, con HSBC, BBVA, Bankia y Santander a la cabeza. Pero, además, tiene una deuda de 30 millones de euros con Cisco. Fuentes próximas a la empresa aseguran que la compañía tecnológica se ha mostrado inclinada en tratar de llegar a un acuerdo que garantice la viabilidad del grupo, aunque reconocen que íéste es menos maduro del alcanzado con las entidades financieras.