El grupo de trabajo encargado de poner en marcha el llamado plan Juncker presentará el martes en Bruselas el primer balance de una iniciativa que aspira a movilizar 300.000 millones de euros en inversión pública y privada durante los próximos tres años.
Las más de 600 páginas del informe, al que ha tenido acceso CincoDías, recopilan la documentación presentada hasta ahora por cada uno de los 28 países de la UE. En total, unos 2.000 proyectos de infraestructuras en los sectores del transporte, la energía y el mercado digital que podrían necesitar hasta 1,3 billones de euros de financiación.
España, según ese informe, aspira a captar 52.971 millones de euros. Alemania, por ejemplo, a unos 89.000 millones. Pero a diferencia de otros países, España ha presentado una documentación sorprendentemente exigua por no decir inexistente: una sola página, en la que se precisan los capítulos a los que se pretende destinar la financiación que se movilice a travíés del nuevo Fondo Europeo de Inversiones Estratíégicas.
Fuentes de la Comisión Europea restan importancia al laconismo del Gobierno español y aseguran que no perjudicará la futura asignación de recursos. “Estamos solo en el punto de salida y el proceso de selección ni siquiera ha comenzadoâ€, señalan esas fuentes.
Sectores prioritarios
El organismo comunitario añade, sin embargo, que más adelante requerirá al Gobierno español información detallada sobre los proyectos que considera susceptibles de financiar, porque hasta ahora Madrid se ha limitado a designar las áreas prioritarias sin precisar infraestructuras concretas.
El estadillo presentado por el Gobierno señala la Unión Eníérgíética como área esencial, con una financiación susceptible de alcanzar los 25.133 millones de euros. Dentro de ese capítulo, las interconexiones elíéctricas podrían absorber 10.273 millones de euros, y las de gas, otros 1.000 millones.
España, además, plantea una partida para eficiencia energíética de 10.000 millones de euros, aunque en principio, el plan Juncker (llamado así por el actual el presidente de la Comisión) está reservado para infraestructuras esenciales y difíciles de financiar, no para gastos de renovación o de mantenimiento.
En segundo lugar, España apunta hacia el mercado digital, con 11.181 millones de euros. Y a continuación, al transporte (6.115 millones), medio ambiente (5.351 millones) e infraestructura social (5.163 millones).
El Grupo de Trabajo (formado por la Comisión Europea, el Banco Europeo de Inversiones y las autoridades nacionales) calcula que en ese listado figuran proyectos que podrían llegar a movilizar unos 500.000 millones de euros en tres años.
El grueso, por ahora, se lo llevaría la llamada unión energíética (29%) y el medio ambiente (9%), seguidos por las infraestructuras de transporte (29%), el mercado digital (15%) y la infraestructura social (15%). El Grupo de Trabajo tambiíén ha identificado un listado de proyectos a título ilustrativo, aunque insiste en que sin ningún compromiso de que se lleven a cabo. En esa relación, aparecen ya desde las interconexiones energíéticas entre España y Francia, al acceso a los puertos de Bilbao y Algeciras, o las mejoras ferroviarias en el llamado Corredor del Mediterráneo.