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La Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicó que el mundo vive una crisis de salud, pues el 40 por ciento de su población carece de protección social en la materia.
De acuerdo con un estudio del organismo, esa cifra es mucho peor en 44 naciones (entre ellas Burkina Faso, Camerún, Guinea, Sierra Leona y la India), donde el 80 por ciento de las personas no tienen ninguna cobertura sanitaria.
El informe "Superar la crisis global de la salud: políticas universales de protección de la salud", señaló que tambiíén existen considerables deficiencias en la situación de naciones como Azerbaiyán, Bangladesh, Haití, Honduras y Nepal.
Por regiones, el organismo indicó que la mayor protección se da en Europa occidental (99,7 por ciento), seguida de Europa central y oriental (91,6 por ciento), Amíérica del Norte (85,6 por ciento), Amíérica Latina y el Caribe (81,7 por ciento), Oriente Medio (72,9 por ciento).
En el caso de Asia y el Pacífico, solo alcanza al 58 por ciento de los habitantes, en ífrica del Norte al 55,2 por ciento y en ífrica subsahariana a un 17 por ciento, advirtió el texto publicado con motivo del Día Mundial por la Cobertura Sanitaria Universal, que se celebra este viernes.
La cobertura de la salud es fundamental para luchar contra la pobreza, reducir las desigualdades y fomentar el crecimiento económico. El desarrollo sostenible con trabajo decente para todos precisa de inversiones en esa área, señaló el director general de la OIT, Guy Ryder, en vísperas de esta fecha.
Según el estudio de la organización, hay un elevado empobrecimiento relacionado con el gasto privado, pues en muchos Estados, como Sierra Leona, el 75 por ciento del total del gasto en el sector proviene de recursos privados en la forma de pagos directos de los pacientes.
Los más pobres son los principales afectados, por tener que sufragar de su bolsillo los costos de asistencia míédica, explicó Xenia Scheil-Adlung, coordinadora de Políticas de Salud de la OIT.
El reporte agregó, además, que la crisis internacional de la salud está marcada por la escasez de trabajadores, pues la entidad estima que en el planeta son necesarios 10,3 millones de profesionales más para reducir los díéficits actuales.
Al mismo tiempo, el informe señaló que el 56 por ciento de la población mundial residente en las zonas rurales no tiene cobertura de salud, cifra que disminuye al 22 por ciento en los espacios urbanos.
Desde 2010, apuntó, las políticas de consolidación fiscal han detenido o hasta revertido los progresos hacia la cobertura universal, al incrementar la carga financiera en los hogares, reducir los servicios y disminuir o imponer un límite a los salarios de los profesionales del sector.