No habrá boda entre British Telecom (BT) y Telefónica. El consejo de administración del grupo británico, reunido de urgencia, se ha decantado por la propuesta de fusión de la Everything Everywhere (EE) tras un fin de semana de intensas reuniones.
Según han asegurado fuentes próximas a la operación, BT ha aceptado iniciar negociaciones en exclusiva con EE, propiedad al 50% de Deutsche Telekom y Orange, lo que supone de facto romper las conversaciones que mantenía en paralelo con Telefónica. Una alternativa que ha estado abierta hasta este mismo domingo despuíés de que Alierta reaccionase yendo en persona a Londres ante el órdago de EE.
La tensión fue tal que el propio presidente de Telefónica tuvo que desplazarse a la capital británica con el fin de convencer al consejo de BT de que la alianza que más valor puede crear para los accionistas de ambas compañías es la que propone Telefónica. Junto al presidente, Josíé María ílvarez Pallete, consejero delegado de la operadora, tambiíén ha tratado de evitar perder una operación que se considera clave en la reordenación del mapa de las telecomunicaciones en el Reino Unido.
Los tíérminos originales de la transacción, adelantada en exclusiva por El Confidencial el 24 de noviembre, consistían en la fusión de BT con O2, la filial inglesa de Telefónica, que recibirá un 20% del grupo británico, así como unos 6.000 millones en efectivo. Desde el punto de vista operativo, la integración suponía unir los más de 9,7 millones de líneas fijas de BT con los 24,32 millones de clientes móviles de 02. De este portfolio, cerca de un 56% son de contrato y el resto de prepago.
La filial de Telefónica mantiene un remanente de líneas fijas –221.000– y de 17.800 clientes de internet. Por su parte, BT dispone de cerca de caída de un millón de clientes de televisión de pago y 7,5 millones de acceso de Internet mediante banda ancha.
Para Telefónica, el Reino Unido suponía un movimiento de piezas de una reorganización geográfica que se ha traducido en la salida de países como Irlanda, China, República Checa e Italia, de los que tuvo que plegar velas con significativas píérdidas, y la apuesta por economías como la de Alemania, donde compró E-Plus por 5.000 millones, y Brasil, donde tiene un pacto con Vivendi para adquirir GVT por 7.000 millones.
Ahora, tras perder la opción de casarse con BT, Alierta deberá buscar otra novia. Vodafone, Liberty Media y Sky son los otros jugadores con los que española puede intentar una alianza vital para poner en valor su negocio de móvil.