Sacyr va a someter hoy al consejo de administración la aprobación de cambios sustanciales en su estructura directiva. Los dos movimientos más importantes son el relevo de Daniel Loureda López como consejero delegado de Testa Inmobiliaria, y el del director financiero, Fernando Lacadena. Este último cubrirá el puesto del hijo de Josíé Manuel Loureda, uno de los fundadores y mayores accionistas del grupo.
Fuentes próximas a la compañía aseguran que estos cambios han sido una sorpresa porque se producen en medio de la refinanciación del 9% que Sacyr aún posee en Repsol, una participación por la que la sociedad adeuda a la banca 2.276 millones de euros, que vencen el próximo 31 de julio. Hasta el momento, las conversaciones con Banco Santander, la entidad en cuyas manos está el futuro de Sacyr, las ha liderado Lacadena, en coordinación con el presidente, Manuel Manrique.
El veterano directivo va a dejar el papel de director financiero y de desarrollo corporativo en favor de Juan Gortázar, un banquero de inversión con cerca de veinte años de carrera profesional. Gortázar proviene de Royal Bank of Scotland (RBS), donde ha trabajado desde 2009 como director general. Anteriormente había estado nueve años en BBVA como responsable de adquisiciones y activos financieros, materia en la que es un verdadero especialista, y previamente en JP Morgan y Deutsche Bank.
Desde Sacyr se apunta a que, hasta que se resuelva el match ball que tiene con la deuda asociada a la inversión en Repsol, Lacadena seguirá al frente de las conversaciones con Santander apoyado por Gortázar y Manrique. Despuíés, el actual director financiero pasará a ser consejero delegado de Testa, en sustitución de Daniel Loureda, que pasará a ocupar otras tareas de relevancia sin especificar en el grupo. Estos cambios, más otros de menor calado, se van a proponer para reforzar la línea directiva, según fuentes del grupo. Sin embargo, algunos de los consejeros de Sacyr consultados por este medio desconocían hasta ayer estas modificaciones.
La salida de Daniel Loureda López tambiíén está relacionada con la segunda refinanciación de Repsol –la primera novación fue hace cuatro años–, ya que Testa Inmobiliaria es, junto a las propias acciones de la petrolera, la mayor garantía del príéstamo sindicado. De hecho, Sacyr ha tratado de sacarla a bolsa mediante una ampliación de capital, pero la operación no pudo realizarse por la negativa de los bancos, que tienen pignorada la compañía.
El relevo del hijo de Josíé Manuel Loureda, uno de los ingenieros que fundó Sacyr, ha sido una sorpresa porque fue reelegido consejero delegado en junio de 2013. Su primer nombramiento fue en enero de 2008.
Cinco años más
La nueva bola de partido de Repsol se ha complicado por el desplome en bolsa del precio del crudo, lo que ha arrastrado a la compañía petrolera. El grupo presidido por Antonio Brufau cotiza ahora a 15,60 euros por acción, 4,3 euros por debajo de como Sacyr tiene contabilizados en libros sus títulos representativos del 9% del capital. Actualmente, este porcentaje tiene un valor de mercado de 1.870 millones de euros, 400 millones por debajo del importe (2.276 millones) que la constructora adeuda a un grupo de 30 bancos.
La última propuesta de negociación de Sacyr a Santander es que le renueve la totalidad del príéstamo por cinco años más, sin amortizar nada, salvo lo que pueda destinar de lo que sobre entre el cobro del dividendo como accionistas de la petrolera y el pago de los intereses a los acreedores. A lo que se compromete Manrique, que si mantiene el 9% seguirá con un puesto en el consejo de administración, es a vender un tercio de su paquete (un 3% del capital) cuando la cotización de Repsol se coloque por encima del precio al que la tiene contabilizada en libros.