La banca española reacciona con optimismo a la noticia del principio del fin del bloqueo de EE UU a Cuba y tambiíén con cautela, a la espera de conocer hasta dónde llegarán los cambios económicos que se avecinan para la isla.
De entrada, el previsto fin del bloqueo supone un claro impulso para los bancos españoles que han hecho una apuesta estratíégica por posicionarse en el área de Florida, la que ha recibido una mayor influencia de la inmigración cubana.
Así, la oportunidad será especialmente atractiva para BBVA, que en 2007 compró Compass con el objetivo de ser entidad de referencia en el sur de Estados Unidos, y para Sabadell, que en verano completó la integración de JGB Bank para reforzar su posición en Florida, donde ya cuenta con 40.000 clientes y un volumen de negocio de 8.000 millones de dólares, según explica la entidad. Santander tiene en cambio una posición más enfocada al mercado del norte del país, mientras que la presencia de Popular es bastante incipiente en EE UU.
La banca español deberá aun así competir duramente con la estadounidense en su salto a Cuba, aunque por ahora la apertura de este mercado se limita a que los bancos de EE UU podrán abrir cuentas en bancos cubanos y a que se aceptarán en la isla tarjetas de críédito estadounidenses.