La refinanciación se complica por la caída de la cotización de la petrolera, a 16 euros por acción. La constructora cambia a su financiero y al CEO de Testa.
El tiempo está jugando en contra de los intereses de Sacyr para refinanciar un críédito de 2.200 millones de euros asociado a su 9% en Repsol, que vence el próximo 31 de enero.
En septiembre, cuando la cotización de la petrolera se encontraba por encima de los 19 euros por acción, el acuerdo de la constructora con el sindicato de bancos liderados por Santander parecía un hecho. Hoy, los títulos de Repsol, garantía principal del príéstamo, valen un 15% menos (ayer cerraron a 16 euros por acción, con una subida del 2,4%), lo que está provocando malestar entre una parte de los bancos.
Este aumento de la tensión coincide con los cambios anunciados ayer en la dirección del grupo. En concreto, Fernando Lacadena, director financiero de Sacyr, releva a Daniel Loureda como consejero delegado de Testa. A su vez, Lacadena ha sido sustituido por Juan Gortázar, procedente de RBS.
La compañía señaló ayer que estos cambios no tienen nada que ver con la refinanciación del críédito de Repsol, ya que están previstos desde hace tiempo. "Lacadena seguirá participando en las negociaciones con los bancos", recalcan desde Sacyr.
La compañía reconoce esta tensión pero no cree que la refinanciación estíé en peligro. "Será una cuestión de precio", aseguran desde la empresa.
Fuentes financieras indican que la posición de partida de Sacyr no parece ahora sostenible a tenor de los últimos cambios en Repsol. En septiembre, con la cotización de su participada por encima de su valor en libros, la constructora presidida por Manuel Manrique pretendía reducir a la mínima expresión la venta de títulos con el objetivo de garantizar su actual representación en el consejo de Repsol (dos representantes). Además, Sacyr quiere, en la medida de lo posible, liberar la inmobiliaria Testa como garantía del príéstamo.
En la constructora creen que esta solución es viable porque el valor de su filial patrimonialista se ha disparado en el último año, con una revalorización en Bolsa del 119% en 2014. Ayer, Testa cerró a 16,2 euros por acción, un 7,9% más que la sesión anterior. "Es probable que los bancos permitan liberar esa garantía, pero si Sacyr vende en 2015 una parte de Testa en Bolsa, probablemente le fuercen a destinar total o parcialmente las plusvalías generadas a amortizar críédito de Repsol", asegura el representante de uno de los bancos del críédito sindicado.
Cambio de escenario
En septiembre, con la acción a 19 euros, los bancos plantearon la venta de un 10% de las acciones de Repsol (el 0,87% de su participación). La oferta consistía en ampliar el vencimiento otros tres años con unos costes parecidos a los del anterior críédito. Actualmente, Sacyr tiene contabilizado Repsol a 19,97 euros por acción.
Ante la evolución a la baja de los títulos de la petrolera, los bancos se han vuelto más exigentes, sobre todo, despuíés de que la empresa presidida por Antonio Brufau haya descartado el pago de otro dividendo extraordinario en 2014 tras la reciente compra de Talisman por 10.400 millones de euros, incluida deuda.