LA REBELDíA DE MASSA Y SU INGENIERO ARROJí“ A FERRARI A LOS LEONES
La doble moral en la F1Cuando se habla de que el interíés del equipo está por encima de todo y todos hay un acuerdo unánime, pero cuando se lleva a la práctica nace el escándalo
Pueden quitarle todos los puntos sumados este año en el Mundial de Constructores
La F1 está divididaLa FIA todavía no tiene fecha para ver el 'caso Ferrari'Lorenzo, tras la senda de CrivillíéToni Bou: “Hay que hacer verdaderos equilibrios para mantenerse arribaâ€Lorenzo: "Esta es la victoria más significativa para mi este año"Pedrosa: "Iba igual que en otras vueltas, pero he pillado un bache"Rossi: "Al ver a Pedrosa caído pensíé en lucha por alcanzar a Dovizioso"Josep Viaplana Sensaciones encontradas. Quien no hace unas semanas aplaudía a Lewis Hamilton por adelantar al coche de seguridad cuando otro piloto se podía debatir entre la vida y la muerte critica hoy duramente a Fernando Alonso por haber ganado en Hockenheim despuíés de que su equipo, torpemente, advirtiera a Felipe Massa que su compañero español era más rápido. Esta doble moral es la que perjudica claramente a este deporte y el motivo por el cual en lugar de estar hoy loando el magnífico doblete ‘rosso’ estemos analizando las consecuencias que puede tener en el futuro.
El Artículo 39.1 del Código Deportivo de la Fórmula 1 prohíbe expresamente las órdenes de equipo, asegurando que “todas las maniobras que pueden alterar el resultado de una carrera están limitadasâ€. Felipe Massa reconoció que había dejado pasar a Alonso, una maniobra que su ingeniero de pista relató en directo por la radio y los comisarios sancionaron a la Scuderia despuíés de probar que Ferrari había dispuesto órdenes de equipo. Los cien mil dólares de penalización que recibieron en Hockenheim son lo de menos, se lo aseguro, porque una vez probada la infracción y remitida al Consejo Mundial el escándalo puede alcanzar una dimensión orbital.
Ferrari no apeló la sanción, en un intento de enfriar la crisis, pero la presión será tan grande que todo apunta a que la FIA tome cartas en el asunto, que abra una investigación. ¿Quíé les puede pasar? Afortunadamente ya no está Max Mosley, que se hubiera cebado con la escuadra italiana, pero desde la descalificación a una reprimenda puede pasar de todo porque el abanico de sanciones de la FIA es tan amplio como inesperado e imprevisible. La acción, si Jean Todt estima oportuno, se verá en el próximo Consejo Mundial, que se celebrará a mediados de septiembre aunque la fecha no haya sido fijada aún.
En todo caso, uno está firmemente convencido de que la clasificación de pilotos no será alterada porque hay jurisprudencia que recuerda que cuando se le atribuye la falta a un equipo el castigo recae sobre íéste y, en este supuesto, podría ir desde quitarles los puntos de constructores sumados en Alemania a descalificarles, siempre como equipo y no de forma individual, de toda la temporada, advirtiíéndoles de expulsión en caso de reincidencia.
La presión al respecto será enorme. Nunca, en 30 años de profesión, asistí a una rueda de prensa tan agresiva hacia un deportista. Los ingleses se la tienen jurada a Alonso desde el 2007 y van a por íél. Sentí vergí¼enza ajena. No son ya las palabras sino el tono, la violencia de las expresiones. Impresentable.
Ferrari tiene ahora un espinoso dilema delante suyo. Felipe Massa, el prototipo de hombre de equipo, el piloto que rueda regularmente medio segundo más lento que Fernando Alonso, ha provocado el caos. Ni a íél ni a Rob Smedley, el inglíés que es su ingeniero de pista, les será fácil la convivencia a partir de ahora. Montezemolo está harto de hacer el ridículo y los hombres que arruinaron el día más feliz de los tifosi acabarán ‘pagándolo’ porque está claro que Ferrari tiene el enemigo en casa.
En todo caso, conociendo el rendimiento de uno y otro con los neumáticos duros, sus prestaciones a lo largo del fin de semana, no me cabe la más mínima duda de que Alonso hubiese podido ganar igualmente la carrera. De todas formas, tambiíén entiendo que es grotesco que Ferrari se tenga que jugar hacer el más estrepitoso de los ridículos si sus dos pilotos chocan entre ellos, como les ocurrió a los Red Bull en Estambul.
Pero la doble moral con la que iniciaba esta crónica va más allá. Se mira hacia otro lado cuando se le quita una pieza del coche a Webber para dársela a Vettel, cuando el propio equipo reconoció que le había dado al australiano la orden de dejarse pasar en Turquía porque el alemán era más rápido y le hostigaba Hamilton. McLaren, sin embargo, se lleva la palma. Como siempre, sin embargo, salen limpios. Cuando Kovalainen se deja pasar por Hamilton o pasa por alto cuando benefician claramente con sus estrategias a un piloto, como cuando en Estambul, despuíés de que Button adelantara a Hamilton y íéste se la devolviera en otra acción al límite del reglamento, luchando rueda contra rueda, se escucha por radio “chicos, ahorrad gasolinaâ€. Por arte de magia, Button levantó el pie y sirvió el triunfo en bandeja a Hamilton. Nadie se rasgó las vestiduras. Había mucho en juego.
En definitiva, el fin no ha sido un problema sino la forma, el míétodo empleado. Un ingeniero y un piloto se rebelan y lanzan a todo un equipo como Ferrari a los leones. Massa estaba a 31 puntos de Alonso, a 78 del líder y no tenía ninguna opción en el campeonato. Despuíés de que le hayan renovado otro año la acción no se corresponde con la confianza depositada en íél pese a su bajo rendimiento. Domenicali tiene que tomar cartas en el asunto.
Independientemente de si hay una ulterior sanción de la FIA o no, íésto no puede ocurrir, pero es evidente que con más de 300 millones de presupuesto el bien del equipo está por encima de todo y de todos.
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