¿Conocen a los Shadoks?...

[OCIN]

Por...  Gregorio Belaunde



Como recordarán por posts anteriores, se podrí­a definir al riesgo operacional organizacional aquel que afecta a toda una organización, y al sistíémico, aquel que afectarí­a a todo un paí­s. Recordarán tambiíén que no son muy fáciles de explicar que digamos. Pero a veces se puede encontrar de la forma más inesperada maneras de ilustrarlos con un poco de buen humor, lo que no está de más en íépocas de fiestas. Entre las producciones más emblemáticas del dibujo animado satí­rico francíés se encuentran unos personajes llamados los Shadoks.

 


Para empezar tomemos esta imagen bastante representativa de lo que son los Shadoks:

Ellos nacen en 1966, bajo la pluma de un francíés llamado Jacques Rouxel, en el marco de una serie de mini-historias, de pocos minutos, presentadas en la televisión justo antes del noticiero, y que pude disfrutar siendo estudiante. La primera historia cuenta que hace mucho tiempo habí­a un planeta de forma irregular y cambiante llamado Shadok, cuyos habitantes, antropomórficos pero parecidos a pájaros gordos, patilargos y de alas muy pequeñas, eran los Shadoks. Estos seres sólo conocen dos dimensiones y su lenguaje se limita a 4 palabras mono-silábicas que pueden combinarse de muchas maneras, hasta para contar (en base 4). Tambiíén son muy dados a la maldad gratuita.

 Su gran especialidad es construir todo tipo de máquinas, unas muy simples y algunas muy complejas que parecen refinerí­as, que no se sabe muy bien para quíé sirven y que nunca funcionan como estaba previsto. Para hacerlas funcionar, varios o muchos Shadoks tienen que bombear o pedalear sin cesar. Por ello su condición “shadokiana” es la de pedalear o bombear sin fin. De ahí­ la frase sí­mbolo repetida en tono cansino en cada episodio: “Et les Shadoks pompaient, pompaient, pompaient….”. Ninguno sabe muy bien por quíé lo hace, pero el origen de esa actividad incesante es contado en los primeros episodios: como no lograban construir un cohete espacial que pudiera llevarlos al planeta Tierra, entonces casi inhabitado y más acogedor, pensaron que podí­an robarse el que estaban construyendo los Gibis, del planeta vecino y mucho más inteligentes; y para ello crearon una gigantesca máquina de succión, para la cual era necesario que todos los Shadoks pedalearan o bombearan. El plan nunca funcionó pero la acción de bombear y pedalear sin cesar quedó para siempre, perdiíéndose la memoria del origen de ello, bajo la dirección del Jefe Shadok y del Profesor Shadoko. Si el Jefe Shadok considera que un Shadok no ha cumplido con su misión, sea porque dejó de bombear o pedalear, sea porque no hay resultados (nunca los hay pero eso lo decide el Jefe Shadok) íéste es enviado como castigo a una suerte de hueco en medio de la nada llamado el GULP.

 Los Shadoks, que además siempre tratan de encontrar el “motor perpetuo”, tienen numerosos dichos y proverbios que representan su pensamiento.

Y varios de ellos se han vuelto parte de la cultura popular francesa para comentar burlonamente ciertas situaciones. Aquí­ les brindo una buena lista para meditar.

 . ¿Por quíé hacer algo de manera simple si se puede hacerlo de manera complicada? Este es quizás el que más se escucha en Francia.

. Más vale seguir bombeando (o pedaleando) aunque no suceda nada, que correr el riesgo de que suceda algo peor si se deja de bombear (o pedalear).

. Si no hay solución, es porque no hay problema.

. Más vale usar su inteligencia para estupideces que usar su estupidez para cosas inteligentes

. Sólo se puede terminar alcanzando el íéxito si uno no deja de probar lo mismo continuamente (aplicación del principio estadí­stico inventado por el Profesor Shadoko: si se tiene una chance entre un millón de lograr algo, hay que fallar lo más pronto posible 999,999 veces para lograrlo)

. Es a punta de forjar que uno se vuelve músico

. Hay que bombear (pedalear) para vivir y por lo tanto, vivir para bombear (pedalear)

. Toda ventaja tiene sus inconvenientes y recí­procamente

. Para ir a algún lado, lo más simple es partir del lugar al que se quiere llegar

. Si te hace daño, es porque es bueno para ti

. Para tener al menor número de descontentos posible, hay que golpear siempre a los mismos

. El camino más largo de un punto a otro punto es la lí­nea recta

 Y para terminar, la divisa del Jefe Shadok: ¡todo lo que no está explí­citamente autorizado está terminantemente prohibido!

 Conclusión

 Aquí­ hay mucho de alegorí­a, que por supuesto va más allá del riesgo operacional, pero no es difí­cil reconocer a ciertas maneras de funcionar o más bien de “disfuncionar”, muy extendidas en ciertas organizaciones e incluso paí­ses, maximizando el riesgo operacional para todos.

Para ser algo menos alegórico y ser más concreto, cuando vean ciertas cosas como:

·Le dicen que el objetivo B es imposible sin la condición A, pero la condición A no se puede realizar sin haber cumplido antes con el objetivo B

·Le piden hacer cada vez más reportes e informes cuya utilidad es más que dudosa, y que le devoran cada vez más tiempo, y usted descubre que su objetivo real es micro-controlarlo y/o hacer funcionar a un área cuya misión es crear y consolidar esos reportes para justificar su existencia

·Se trata de hacer algo urgente o esencial y descubre que no se puede porque deshacer la traba es responsabilidad de muchos y de nadie, y todos se “tiran la pelota”

·una organización tiene una misión que prácticamente no cumple porque pierde 95 % de su tiempo haciendo cosas secundarias amparada en normas complejas en vez de dedicar su tiempo a lo esencial de su misión

·una norma o regla es tan compleja que es muy fácil equivocarse y los únicos que saben usarla bien son los que mejor le “sacan la vuelta” con fines poco honestos

·tener que realizar una maraña de trámites para obtener algo simple

·no poder hacer nada sin permiso de otros

·para cumplir con alguna regla, se pone en un equipo a gente que es obvio que no está calificada para lo que se necesita

·para ciertos trámites o procesos, uno se topa con requisitos frente a los cuales uno no sabe si reí­r o llorar, porque no vienen al caso, o son perfectamente inútiles, o incluso contradicen el objetivo esencial del trámite o proceso, pero en todo caso, le complican muchí­simo la vida,

 piense en los Shadoks…..