Cajas pendiendo de un hilo
Publicado por Financial Times
Los bancos se están hundiendo en toda Europa pese a que la economía real está más o menos bien. En España, la situación es la contraria. La economía está en recesión, el desempleo se dispara y el mercado inmobiliario ha estallado. Curiosamente, sin embargo, la salud de los bancos españoles parece estar bien.
Esta situación se produce gracias a las contracíclicas medidas impuestas por el Banco de España, unas medidas de prudencia que han dado sus frutos. Las dos principales entidades españolas, Santander, el mayor banco de la eurozona por capitalización, y BBVA, el cuarto, muestran una solidez atípica.
La mitad del sistema financiero español lo componen 45 cajas que no cotizan en bolsa y son propiedad de los gobiernos locales. Están totalmente enfocadas a un negocio a nivel nacional y, por lo tanto, muy expuestas a la propiedad y tambiíén -porque no pueden salir a bolsa o ampliar capital- a tener problemas para conseguir liquidez a corto plazo.
Se estima que el 70% de las cajas combinan 900.000 millones de euros en su cartera en príéstamos destinados al sector inmobiliario. Deudas de difícil cobro que el pasado año se duplicaron. Además, Credit Suisse espera que, nuevamente, se dupliquen al 5%, el doble de la media europea.
Así, la bancarrota de la inmobiliaria Martinsa Fadesa, entre otras compañías de este sector, podría suponer la eliminación de las provisiones de las cajas. Los mercados de deuda, se encuentran, por tanto, cerrados. Y sólo una caja, Caja del Mediterráneo, se ha atrevido a sacar al mercado cuotas sin derecho a voto con el fin de aumentar sus fondos. Aunque el precio de las cuotas está apoyado en el mercado secundario por otras cajas, ha aumentado el riesgo de su deuda.
No todas las cajas tienen el soporte de La Caixa, con sede en Barcelona, que pueden vender sus multimillonarias participadas en caso de necesitarlo. Los rescates se producen sobre algunos de los más pequeños, la opacidad en los bancos se presenta inevitable. Las participaciones inmobiliarias en la banca española comienzan a quemarse lentamente. La explosión podría ser grande.