La Policía encontró poco antes de morir la duquesa de Alba que tenía una cuenta en Suiza desde la que ordenó dos transferencias a bancos chinos, lo que para los investigadores podría significar que se benefició de la organización criminal liderada por Gao Ping en un posible movimiento de blanqueo de dinero. Una vez fallecida no se puede seguir una investigación penal contra ella, pero queda abierta la posibilidad de que se inicie por parte de la Agencia Tributaria un proceso inspector para conocer si efectivamente existen cuentas fuera de España no declaradas a Hacienda.
En un informe emitido el 21 de noviembre, un día despuíés del fallecimiento de la duquesa de alba, la Agencia Tributaria (AEAT) ya aseguraba que la información remitida por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Policía (UDYCO) sobre una cuenta en el Lombard Odier de Ginebra desde la que Cayetana Stuart Silva realizó transferencias al Banco de China Hangzhou y al Wing Lung Bank de Hong Hong Kong no consta en la base de datos tributaria.
Es decir, la duquesa de Alba no había declarado a la Hacienda española que poseía una cuenta en el extranjero, algo que es obligatorio si la cantidad asciende de los 50.000 euros. Las transferencias realizadas a los dos bancos chinos fueron de 180.000 y 70.000 en días consecutivos en abril de 2010, tal y como publicó este diario.
La AEAT solicitaba en su informe remitido al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que se encarga actualmente de la instrucción del caso Emperador, por el que mantiene a Gao Ping en prisión incondicional, que recabara más información sobre esa cuenta en Suiza. Concretamente, le pedía que remitiera una comisión rogatoria a las autoridades helvíéticas con los datos de todos los titulares y autorizados de esa cuenta, o la posible existencia de otras cuentas a nombre de María del Rosario Cayetana Stuart Silva en ese banco o en otros del país.
Hasta julio de 2015 para la reclamación
Fuentes jurídicas explican que con el fallecimiento de la duquesa esta comisión rogatoria ya no puede librarse, además de que los delitos por los que se seguirían serían el fiscal y el blanqueo de capitales, por los que Suiza no suele colaborar si no existe otro delito antecedente. Sin embargo, ahora se puede abrir una nueva vía para intentar recuperar esos fondos no declarados.
Fuentes del caso explican a El Confidencial que cuando el proceso penal quede archivado para la duquesa una vez se entregue el certificado de defunción, el magistrado podría remitir a la Agencia Tributaria toda la información disponible adicional sobre el caso que todavía la agencia no disponga.
En ese momento, se iniciaría un procedimiento inspector por la vía administrativa para averiguar el dinero que la duquesa de Alba podría haber dejado de declarar a Hacienda ocultándolo en el extranjero. Uno de los primeros pasos es que la AEAT solicite a su homóloga suiza todos los datos sobre la cuenta en cuestión. Sin embargo, estas fuentes reconocen que cuando la solicitud proviene de la Agencia Tributaria la respuesta es más lenta que cuando se insta desde un órgano judicial.
En este caso, aparece otro problema añadido. Las transferencias localizadas por la Policía son de 2010, es decir, que el dinero se tendría que haber declarado en 2011, lo que implica que, si no aparecen más datos, hay cuatro años para reclamar las cantidades no declaradas, lo que supone que existe de plazo hasta julio de este año para llevar a cabo la investigación administrativa.
La Agencia Tributaria tendría que fijar la cantidad no declarada en el IRPF de Cayetana Stuart Silva y tendrían que ser sus herederos quienes devolvieran el dinero. Ahora bien, a ellos no se les podría fijar ninguna sanción por la ocultación de capitales de su madre y sólo se les podría exigir la devolución del dinero en el IRPF correspondiente. Todo esto significa que la AEAT tiene seis meses para acreditar la realidad de la titularidad de esa cuenta en el Lombard Odier y la renta existente en esta para poder reclamar la cantidad correspondiente a los herederos.
Casos similares: las primas lejanas del Rey o Gigi Sarasola
El caso de la duquesa de Alba no es aislado. A lo largo de la instrucción, el juez –primero fue Fernando Andreu hasta que se abstuvo de la causa– ya había imputado a varios empresarios y miembros de la aristocracia y burguesía española por llevar a cabo la misma operativa que la Policía señalaba a Cayetana Stuart Silva. Entre los imputados por blanqueo de capitales por hacer transferencias a China desde alguna cuenta en el extranjero para recibir dinero en metálico a cambio, se encuentran el empresario y exjinete olímpico Fernando Sarasola, más conocido como Gigi; tres primas lejanas de Juan Carlos I: María Margarita Borbón Dos Sicilias Lubomirska, su hermana María Inmaculada y la hija de esta, María Ilia García de Sáez; o los empresarios Antonio Banús Ferríé y Enrique Ortega Cedrón, entre otros.
Estas personas están relacionadas con la llamada “trama hebrea†de la red de Gao Ping, una organización dirigida por ciudadanos de origen israelí que ayudaba a los empresarios, así como a la red china, a blanquear grandes cantidades de dinero. La mecánica era sencilla. Enviaban desde sus cuentas en paraísos fiscales, generalmente ocultas a la Hacienda española, transferencias a algún banco chino y a cambio alguna persona de esta “trama hebrea†le entregaba esa cantidad en metálico más una comisión. De esa manera, podían disponer de dinero en efectivo sin tener que hacer transferencias a España y que saltaran en el Banco de España o a Hacienda.
Donaciones a la Fundación Casa de Alba
El Departamento de Inspección Financiera y Tributaria de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude tambiíén analizó en su informe las donaciones recibidas por la Fundación Casa de Alba, de la que Cayetana Stuart Silva figuraba como socio administrador o autorizada en sus cuentas bancarias. Los inspectores de Hacienda señalan que en el año 2010, cuando se produjeron esas transferencias, la Fundación no tuvo ingresos de promociones, patrocinadores ni colaboraciones. Los ingresos que percibió fueron los generados en concepto de donaciones efectuadas por empresas vinculadas a la Casa de Alba o por la propia duquesa.
Asimismo, entre 2008 y 2012, la Fundación recibió más de cuatro millones de euros en donaciones, las cuales fueron en su práctica totalidad de la duquesa, de sociedades vinculadas a ella, como Agralsa, Castrofresno o Euroexplotaciones Agrarias, y de sus hijos Carlos, Jacobo, Cayetano, Alfonso, Fernando y Cayetana. En estos cinco años, sólo constan tres donaciones de empresas ajenas a ellos: Ficciona Media (50.000 euros), Producciones Mandarina (6.000 euros) y Travel Around Art (4.400 euros).
Los donantes se dedujeron, según consta en el informe, entre un 25 y un 35% en su declaración de la renta, suponiíéndoles un beneficio fiscal. Fuentes jurídicas señalan que aunque a priori estas donaciones son legales resulta llamativo que los donantes, que se benefician fiscalmente por ello, sean los propios miembros de la familia Casa de Alba, e incluso se podría investigar si se pudiera tratar de un comportamiento fraudulento, aunque investigarlo quedaría en manos de la Agencia Tributaria si lo considerara oportuno.