El modelo alemán, que incluye factor de revalorización, sirve de guía a España.
Los problemas de sostenibilidad de los sistemas de pensiones públicos exigen reformas en toda Europa. España ya ha dado los primeros pasos, en parte inspirada en el modelo alemán, que contempla la revalorización de las pensiones e introduce un factor de sostenibilidad. Con este elemento de recorte automático, para que el sistema quede en equilibrio, las pensiones públicas en Alemania se van a rebajar progresivamente, hasta ser un 25% inferiores en el año 2030, según cálculos que recoge el sociólogo Antonio Brettschneider.
Habrá que ver el impacto de tal medida en España. Por lo pronto, en el mes de diciembre, la Seguridad Social española utilizó 8.000 millones de euros del Fondo de Reserva para pagar las pensiones. El Gobierno empezó a sacar dinero de este depósito para sufragar las jubilaciones a finales de 2012 y ha recurrido a íél en diversas ocasiones, normalmente coincidiendo con las pagas extras de julio y diciembre. Pero nunca hasta ahora había sacado tanto dinero de una sola vez.
Despuíés de esta última operación, la Seguridad Social ha informado de que quedan 42.675,98 millones de euros en el Fondo de Reserva, una cantidad que queda lejos de los 66.814 millones que se llegaron a acumular en diciembre de 2011. Y es que mientras el gasto en pensiones sigue aumentando -en junio por primera vez superó los 8.000 millones de euros-, se pierden cotizantes y la recaudación baja. En el Presupuesto para 2015, el Gobierno vuelve a contemplar mayores gastos que ingresos en el sistema de jubilaciones, así que es probable que el dinero de la hucha de las pensiones continúe disminuyendo en los próximos años.
El Fondo de Reserva se alimenta del superávit de la Seguridad Social y fue creado con el objetivo de ahorrar unas reservas para atenuar los efectos de los ciclos económicos bajos y garantizar el equilibrio financiero del sistema de pensiones. Su creación en el año 2000 se llevó a cabo en cumplimiento del Pacto de Toledo, firmado por todas las fuerzas parlamentarias.
"Nuestro sistema ha entrado en crisis muy rápidamente" explica el sociólogo Antonio Brettschneider. "No estaba previsto tocar el Fondo de Reserva hasta dentro de unos años, cuando el envejecimiento de la población en España empiece a ser un problema. Pero a pesar de la crisis económica, el Gobierno aguantó hasta finales del 2012 antes de coger dinero de la hucha" añade.
¿Debemos preocuparnos por una posible quiebra del sistema? Según Brettschneider, aún no. "Con la misma situación que España, en otros países, como Alemania, el sistema de pensiones habría entrado en quiebra, sin duda. Nosotros hemos sido más previsores, tenemos una hucha y todavía nos quedan ahorros para pagar las pensiones durante unos 6 meses", explica.
Cabe recordar las palabras del exsecretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, en 2009: "No veo ningún problema si la crisis dura menos de cinco años". Unos cinco años que se cumplen ahora.
Dos modelos básicos
Históricamente, los sistemas de pensiones europeos siguen dos modelos básicos. Por un lado, el alemán, conocido como modelo bismarckiano, que nace con la creación del primer plan europeo de pensiones en 1889 y que es la jubilación a partir de cotizaciones que se sigue en España, Alemania y gran parte de la Europa continental y del sur.
Por otro lado, existe el sistema Beveridgeano, seguido por países como Reino Unido, Irlanda, Holanda o Islandia, donde el financiamiento proviene de impuestos generales.
Pero a pesar de pertenecer a un mismo modelo, cada país tiene sus peculiaridades. "El sistema español es más solidario que el alemán porque existe la pensión mínima", asegura Brettschneider. En Alemania tan solo es necesario cotizar cinco años para tener derecho a jubilación (en España se necesitan 15 y a partir de 2022 se exigirán 25), pero no existe la pensión mínima, con lo cual un alto porcentaje de ciudadanos recurren a otras ayudas públicas y a planes de pensiones privados. La pensión media de jubilación en Alemania en diciembre de 2013 (último dato disponible) es de 734 euros mensuales (1.003 euros para los hombres, 512 euros para las mujeres) con doce pagas. Desde 2004, cuando entraron en vigor las reformas del sistema de jubilaciones alemán, se han disparado los planes privados. En España hay 8 millones, en Alemania el doble. El Gobierno germano ha reconocido abiertamente que el dinero público no será suficiente y anima a los ciudadanos a ahorrar y a contratar planes privados.
Reformas y recortes
En la reforma de las pensiones en Alemania se cambió la revalorización de las jubilaciones, se introdujeron los planes privados y se aumentó la edad de jubilación a los 67 años. Unas medidas que ya han sido copiadas por España.
Con el mecanismo de revalorización, que rebaja la cuantía progresivamente, en Alemania se habla del concepto altes armut (pobreza en la tercera edad) que aumenta cada año debido a los recortes y que se agravará progresivamente por el envejecimiento de la población. La tendencia, asegura el sociólogo, es "no parar nunca de trabajar". Los gobiernos intentan que "la gente no se jubile, que trabaje hasta morir". Al tiempo, se asignan incentivos fiscales a los planes privados par articular un modelo mixto que permita a una minoría ahorrar parte del sueldo para compensar la caída de la pensión.