La venta de Pepe Jeans encara su recta final. El fondo francíés de capital riesgo PAI Partners y el grupo familiar de origen libaníés M1 compiten en el duelo definitivo para hacerse con la cadena textil, despuíés de un periodo de varios meses en el que los dos candidatos han conseguido imponerse en los sucesivos cortes a una decena de aspirantes.
Ambos postores definen estos días los flecos pendientes de sus ofertas vinculantes, que fueron entregadas el pasado diciembre, y será a finales de enero cuando las entidades que controlan la compañía (Torreal, Artá Capital y L Capital) seleccionen una de las propuestas para cerrar en firme el acuerdo de adquisición.
El proceso guiado por Morgan Stanley discurre, así, con un leve retraso respecto al calendario inicial, que preveía que la elección de un único finalista podía quedar resuelta antes de acabar 2014.
Fuentes del mercado atribuyen la dilación a la complejidad de las propuestas de adquisición. Sobre todo, la que presentó M1 Group. La oferta de la entidad libanesa, dueña de la empresa gala de moda Faí§onnable desde 2007, incluiría un canje de activos que estaría requiriendo algo más de tiempo para ser analizada.
Pese a ser la cabeza visible, M1 no pujaría en solitario, sino que L Capital Asia, sociedad de inversión de LVMH, le acompañaría en la transacción. Algo hasta cierto punto paradójico (LVMH es parte vendedora) pero no imposible, porque los equipos de la firma en Europa y Asia trabajan con absoluta independencia, explican las fuentes consultadas.
Dentro de la industria del capital riesgo existe el convencimiento, en cualquier caso, de que el carácter más intrincado de su propuesta de adquisición convierte en favorito a PAI Partners, buen conocedor tambiíén de los resortes del negocio textil.
La cartera de la entidad acoge varias compañías de moda. En España, desde hace casi un decenio, dirige los designios de Cortefiel con los fondos CVC y Permira, con quienes se reparte el capital a razón de un tercio para cada uno.
Respecto al precio de la operación, las cantidades que se están barajando supondrían valorar el total de la empresa española propietaria de las enseñas Pepe Jeans London y Hackett por encima de los 800 millones de euros, que equivaldrían a diez veces el resultado bruto de explotación (ebitda) pronosticado para 2015 (80 millones de euros).
La facturación de Pepe Jeans superó los 500 millones de euros en su último ejercicio fiscal (cerrado en marzo de 2014), mientras que el resultado bruto de explotación rondó entonces los 50 millones.
El traspaso de Pepe Jeans afecta al 58,9% del capital que controlan los fondos dispuestos a vender en bloque. Este porcentaje se corresponde con el 31% perteneciente a Torreal, el brazo inversor de Juan Abelló; el 16,4% de Artá Capital, gestora de Corporación Financiera Alba; y el 11,5% bajo dominio de L Capital, sociedad del grupo especializado en marcas de lujo LVMH.
Cabría la posibilidad, además, de que el equipo directivo capitaneado por Carlos Ortega se desprendiera de una parte de su treinta por ciento, aunque existe la voluntad de no desvincularse por completo de la titularidad de la cadena textil. Accionistas minoritarios cuentan con el 11,1% restante.