Según la agencia de noticias Reuters, Samsung está negociando con BlackBerry principalmente para hacerse con su cartera de patentes.
La canadiense BlackBerry, antiguamente conocida como Research In Motion (RIM), es considerada como la creadora de los “smartphonesâ€, un segmento que dominó durante años.Pero graves errores de gestión y la entrada en el segmento del iPhone de Apple y Google con el sistema operativo Android han provocado el declive de la compañía hasta convertirla en un elemento marginal en el sector.
En el pasado, BlackBerry ha sido señalada como el objetivo de absorción de otras multinacionales. En noviembre, BlackBerry anunció un acuerdo con Samsung para permitir a la empresa surcoreana que utilice su tecnología de seguridad de móviles en telíéfonos Android.
Ante estas informaciones, BlackBerry ha desmentido la noticia, según medios estadounidenses. En un comunicado, la compañía explica que "es consciente de algunos informes de prensa aparecidos hoy con respecto a una posible oferta por Samsung para la compra de BlackBerry. BlackBerry no ha mantenido conversaciones con Samsung con respecto a cualquier posible oferta de compra. La política de BlackBerry es no comentar sobre rumores o especulaciones y, en consecuencia, no tenemos la intención de hacer más comentarios".
Las acciones de Blackberry se dispararon un 30% tras conocerse la noticia, hasta los 12,63 dólares, alcanzando su cota más alta en 52 semanas, aunque poco despuíés de desmentirse la compra, cayeron hasta 11 dólares y siguen bajando.
Por su parte, el ministro de Economía de Canadá, Joe Oliver, se negó hoy a confirmar si el Gobierno canadiense tenía conocimiento del supuesto interíés de Samsung por BlackBerry o si aprobaría la adquisición en caso de producirse.
“No puedo comentar sobre esa situaciónâ€, dijo Oliver durante una conferencia de prensa en Vancouver (Canadá), cuando se le preguntó sobre las informaciones aparecidas hoy de que la surcoreana Samsung está interesada en adquirir a la canadiense BlackBerry por unos 7.500 millones de dólares.
“De todas formas, cualquier decisión que se tome será revisada por el ministro (de Industria) James Moore y el Gobiernoâ€, añadió Oliver.
La ley canadiense señala que las compañías extranjeras no pueden adquirir empresas consideradas de interíés para el país sin la aprobación del Gobierno.