El Ibex 35 acusa los problemas de todo tipo que vuelven a asaltar a la economía internacional. La Bolsa española no solo se ha convertido en la que más ha caído en estas dos primeras semanas de año con un retroceso acumulado del 4,2%. Además, el Ibex 35 ha cosechado su peor arranque desde aquel 2008 que sirvió como escenario para la quiebra de Lehman Brothers y de nacionalizaciones como la de Fortis.
Por ahora, el día no pinta tan mal en la renta variable europea. Los futuros cotizan al alza en las principales palazas del continente, con alzas que alcanzan el 0,7% en el caso del DAX o del 0,5% en el del FTSE londinense.
Los problemas que atribulan el ánimo comprador de los inversores son variados. Está la situación de la economía de la Eurozona, que una vez parecía haber superado la debacle de la moneda única se ha encontrado con el problema de la deflación en las puertas de su casa. Un problema que el presidente del BCE, Mario Draghi, podría tratar de solucionar ampliando el programa de recompras de activos a la deuda pública. Cualquier detalle comenzará a saberse a partir del próximo jueves 22 de enero, cuando se celebre el primer consejo de Gobierno de la institución en este 2015.
Esta ansiada compra de deuda sería, previsiblemente, un estímulo para las Bolsas, donde de momento esta posibilidad está ejerciendo más de cinturón de seguridad que de motor, aminorando las caídas a las que llevan las incertidumbres que inundan el mercado pero no relanzando a las Bolsas. Miguel íngel Paz, director de la unidad de gestión de Unicorp, cree por eso que el inversor debe “aprovechar los recortes para añadir riesgos a las carteras y las subidas para irlos deshaciendo".
Grecia es otro foco de intranquilidad para inversores (y líderes políticos), con la más que probable vicoria de Syriza en el horizonte en las elecciones del 25 de enero. Además, está el persistente descenso de los precios del petróleo. Lo que debería constituir una noticia alentadora para la economía internacional tambiíén tiene sus desventajas para ciertos sectores. Ayer, en todo caso, cerraron tanto el barril de Brent como el de West Texas con paridad en los precios, rebotando de un mínimo en seis años, en el entorno de los 48,5 dólares.
No solo es el petróleo el que esta marcando mínimos: el euro tambiíén está acumulando una racha de depreciación en lo que va de ejercicio. El euro llegó a caer ayer a los 1,17 dólares, el nivel con el que se lanzó la moneda única, por primera vez desde 2005. Sin embargo, la caída del 0,9% en las ventas minoristas en Estados Unidos han frenado algo la fortaleza del dólar y deja al euro en las 1,18 unidades del billete verde con que cotiza en estos momentos.
La prima de riesgo tambiíén está en mínimos, y esto es una buenanoticia. Durante el año ha llegado a cotizar por debaajo de los 100 puntos básicos. Las tensiones alrededor de Grecia, sin embargo, han tensado los miedos alrededor de la deuda perifíérica y el diferencial con la deuda alemana ha llegado a tocar los 120 puntos básicos la semana pasada. Hoy ha comenzado cayendo hasta los 104 puntos básicos, lo mismo que el spread italiano.
La deuda española se examina hoy, con una subasta de hasta 5.000 millones en bonos y obligaciones. En la última subasta de las mismas características el interíés pagado fue del 0,964%.
