Era lo menos que podía esperarse despuíés del ultimátum proclamado a voz en grito a finales de diciembre por el ministro de Transportes saudí. Ana Pastor ha decidido tomar cartas en el asunto y recoger el guante lanzado por el cliente árabe para tocar a rebato dentro del controvertido consorcio contratista del AVE a La Meca. La Marca España está en juego y el presidente del grupo español y actual titular de Renfe, Pablo Vázquez, bien que puede dar cuenta de ello despuíés del viaje obligado que tuvo que efectuar el pasado 1 de enero a Riad.
La cumbre celebrada ayer tarde en el Ministerio de Fomento reunió, con escasas excepciones, a los primeros ejecutivos de las doce empresas españolas integradas en el consorcio Al Shoula. A saber: Ineco, Renfe, Adif, Consultrans, Talgo, OHL, Copasa, Imathia, Inabensa, Invensis Rail Dimetronic, Indra y Cobra. La ministra apeló encarecidamente a la responsabilidad solidaria de todas las compañías involucradas en el proyecto para evitar fisuras que puedan dar al traste con el que está considerado el mayor contrato en la historia industrial de España.
El ministro de Transportes y presidente de la Saudi Railways Organization (SRO), Abdullah Al-Muqbel, requirió el Primero de Año al presidente del consorcio español, Pablo Vázquez, que tuvo que hacer las maletas deprisa y corriendo con destino a Riad para recibir en una fecha tan señalada el consiguiente ‘rapapolvo’ por las ineficiencias que está padeciendo el proyecto. El cliente está empeñado en que el Rey Abdullah efectúe el próximo mes de marzo un primer viaje inaugural en el tren de los peregrinos que Talgo embarcó con destino a Arabia Saudí a mediados de diciembre.
Las difíciles relaciones internas entre las heterogíéneas empresas que se dan cita en el consorcio español junto a los problemas intrínsecos de una obra extraordinariamente compleja se han visto agravadas por los retrasos que han registrado los trabajos previos de la plataforma desarrollados por un grupo industrial formado por empresas chinas y compañías locales de Arabia Saudí. El Gobierno español no puede ni tampoco quiere apelar a este tipo de argumentos para justificar las eventuales ineficiencias, y la ministra ha señalado que lo mejor en estos momentos es situarse en primer tiempo de saludo ante el cliente árabe.
Ana Pastor ya intentó hace unos meses de manera infructuosa que los componentes del consorcio renunciaran al derecho de veto que todos y cada uno de ellos posee sobre cualquier decisión operativa. El objetivo de la ministra es ahora volver a la carga para concienciar a sus interlocutores sobre la urgencia de encontrar un sistema de gobernanza más eficiente que permita resolver los conflictos de intereses con una mayoría cualificada de adhesiones sin supeditar cualquier movimiento al respaldo unánime de todos los miembros del consorcio.
Apoyo de todas las empresas al nuevo CEO, Santiago Ruiz
Las empresas han llegado a un primer punto de encuentro en la elección como consejero delegado del consorcio de Santiago Ruiz, que ayer recibió el respaldo directo de todos los contratistas en la reunión celebrada en el Ministerio de Fomento. El antiguo directivo de FCC responsable del proyecto del Metro de Riad, había sido nominado para el cargo a principios de diciembre pero su toma de posesión estaba pendiente del nihil obstat por parte del Gobierno de Arabia Saudí. De entrada, el nuevo ministro de Transportes se negó a aceptar el nombramiento y solicitó una terna que le permitiera decir la última palabra. Al final, el presidente de la SRO ratificó la designación de Ruiz como un gesto de buena voluntad que las empresas españolas tendrán ahora que replicar acometiendo un nuevo project management acorde con los requerimientos más estrictos que se plantean dentro del contrato.
El ultimátum emitido por el dirigente saudí establece la fecha límite del 18 de febrero para elaborar un plan de emergencia que garantice hasta el último detalle los compromisos adquiridos por el grupo contratista. La prueba de fuego para conocer la capacidad real de cumplimiento tiene su cita inmediata precisamente el mes que viene, cuando el consorcio debe hacer entrega formal del tramo 4 de la línea que conecta las ciudades santas de Medina y La Meca. Esta área comprende un segmento de 80 kilómetros situado en torno a la ciudad de Jeddad, donde el AVE español tiene que empezar a pregonar en el desierto con su “vuelo inaugural†a 300 kilómetros por hora.
