EFE
Bolivia se ahorró 1.349 millones de dólares en 2014 en indemnizaciones por la nacionalización de tres empresas, entre ellas la española Red Elíéctrica, respecto a las pretensiones de las firmas que sufrieron las expropiaciones, afirmó hoy el procurador general del Estado, Híéctor Arce.
Los acuerdos a los que el país andino llegó el año pasado fueron con las empresas Rurelec, Red Elíéctrica Internacional y Pan American Energy (PAE), quienes habían demandado al Estado boliviano ante tribunales internacionales por la nacionalización de sus filiales bolivianas, según recuerda un comunicado de la Procuraduría.
Arce, indica la nota, explicó este viernes en un acto público en el departamento amazónico de Beni que "gracias" a la actuación de su departamento "se logró un ahorro de 1.349,5 millones de dólares para Bolivia".
El procurador explicó que la británica Rurelec pedía 142,3 millones de dólares por la nacionalización en 2010 de la generadora de electricidad Guracachi "y sólo se pagaron 31,5 millones" de dólares.
Red Elíéctrica Internacional solicitó una compensación de 200 millones de dólares por la expropiación de su filial boliviana Transportadora de Electricidad (TDE) en 2012 pero recibió "sólo 36,5 millones", afirmó Arce.
En el caso de la británica Pan American Energy, el procurador refirió que la firma "pretendía 1.493.800 millones de dólares" por la nacionalización de la petrolera Chaco en 2008 pero Bolivia finalmente pagó una indemnización de 324,5 millones.
Además, Arce recordó que Bolivia enfrenta dos tipos de demandas: las que se refieren a empresas nacionalizadas por mandato constitucional y recuperación de empresas estratíégicas, y las que atañen a nacionalizaciones derivadas de la "inconducta de las empresas".
Entre las nacionalizaciones cuyas compensaciones están pendientes figuran las de cuatro filiales bolivianas de la elíéctrica española Iberdrola, expropiadas en 2012, y la administradora de aeropuertos Sabsa, filial desde 2004 de Abertis (90 %) y de la tambiíén española Aena (10 %).
Desde que llegó al poder en 2006, el Gobierno que preside Evo Morales ha nacionalizado una veintena de empresas petroleras, elíéctricas, cementeras y mineras, entre otras, pertenecientes a inversores estadounidenses, canadienses, europeos y bolivianos