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Autor Tema: El caso Gowex y la crisis de Carbures alejan a la biotecnológica Oryzon del MAB  (Leído 170 veces)

Eguzki

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El varapalo recibido por Carbures en su regreso al parquíé y la volatilidad de su cotización en los dí­as sucesivos ha vuelto a poner en cuestión la fiabilidad del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) con el fantasma de Gowex acechando en el recuerdo de inversores y potenciales emisores. Entre estos últimos destaca la empresa biotecnológica española Oryzon, una de las marcas que se ha colocado tambiíén en la pista de despegue inmediato para salir a bolsa mediante una oferta pública de suscripción (OPS) de carácter institucional y orientada al mercado continuo.

Oryzon es una compañí­a fundada en el año 2000 con sede en Barcelona y que ha ganado una posición de liderazgo dentro del campo de investigación que se conoce como epigeníética, una de las áreas cientí­ficas con mayor crecimiento y que a dí­a de hoy ofrece un sólido desafí­o en la lucha contra el cáncer, alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Las enzimas epigeníéticas tienen la propiedad de regular el ADN sin modificar su secuencia, lo que ha despertado el interíés de las grandes multinacionales farmacíéuticas que consideran a las compañí­as biotech como sus proveedores estratíégicos.

Especializada en el desarrollo clí­nico de fármacos propios, Oryzon ha adquirido plena carta de naturaleza en el mercado internacional a partir del acuerdo suscrito el pasado mes de abril con Roche. La compañí­a suiza ha comprado los derechos sobre dos familias de patentes desarrolladas por la empresa española, valoradas en 21 millones de dólares. Aparte de este primer pago upfront, Oryzon ha extendido su colaboración con Roche a futuros hitos en el desarrollo clí­nico y comercial sobre hematologí­a, cáncer y otras indicaciones benignas que podrí­an traducirse en ingresos superiores a los 500 millones de dólares.
Con la credencial que supone esta alianza corporativa y el reconocimiento internacional que aportan sus 18 familias de patentes, de las que cuatro han sido concedidas  en Estados Unidos, el futuro inmediato de Oryzon pasa ahora por una salida a bolsa a partir de una ampliación de capital estimada en torno a los 25 millones de euros. El diseño de la operación y el papel emergente de la empresa situaban el destino natural de esta oferta pública en el MAB, siguiendo la estela de otras empresas del sector, como son los casos principalmente de AB-Biotics y Neuron Bio.
Ambas sociedades empezaron a cotizar en 2010 y han tenido que superar desde entonces los obstáculos propios de una cultura especialmente conservadora como consecuencia de la crisis. A todo ello se han unido más recientemente las peculiares circunstancias teñidas en forma de escándalos que amenazan con estigmatizar al segundo mercado bursátil. Despuíés, el profit warning y la caí­da consiguiente de Bionaturis, participada por Carbures, ha sido la gota que ha terminado de colmar el vaso y el conserje delegado y cofundador de Oryzon, Carlos Buesa, parece haber escarmentado en cabeza ajena, descartando cualquier posibilidad de incorporarse al MAB. La propuesta presentada a la CNMV con el asesoramiento de Ahorro Corporación está ahora condicionada en dirección exclusiva al mercado continuo.

El Grupo Ferrer y la familia Ventura, socios de referencia

Los fondos obtenidos con la salida a bolsa se destinarán a nuevas tareas de investigación que exigen los programas clí­nicos en curso y al desarrollo de nuevos proyectos. Oryzon ha sintetizado y analizado más de 800 molíéculas como potenciales terapias de inhibición contra el alzhíéimer. La empresa quiere tambiíén ampliar su expansión en Estados Unidos, donde acaba de abrir una filial en Cambridge (Massachusetts) y ha contratado a dos nuevos consejeros independientes de renombre en el sector farmacíéutico.
Russell G. Greig, antiguo ejecutivo de GlaxoSmithKline, se ha incorporado al máximo órgano de gobierno de Oryzon, donde además actúa como presidente de la comisión de nombramientos y retribuciones. Al mismo tiempo, Gregory L. Weaber, antiguo CFO de Fibrocell Science, acaba de ser designado vicepresidente ejecutivo y director financiero global de la compañí­a española. Weaber, que ha estado unos meses al frente de la comisión de auditorí­a de Oryzon, desarrollará su actividad directamente desde Estados Unidos y tendrá un papel esencial en la preparación de todo el proceso de salida a bolsa.

Desde su origen hace ahora quince años, Oryzon ha financiado sus actividades con recursos propios por valor de 18 millones de dólares, que ha ido complementando con otros 21 millones de dólares procedentes de avales y críéditos blandos. Estas aportaciones ponen de relieve el importante salto cualitativo que se deriva de la oferta pública en bolsa. La compañí­a diversifica en la actualidad su capital entre un total de 114 accionistas, si bien el 82% de las acciones se concentran en siete grandes bloques de propietarios. Aparte del 33% en manos de los ejecutivos fundadores, Oryzon está participada por las firmas de capital riesgo Najeti y Corsabe, además del Grupo Ferrer y la firma de inversiones de la familia Ventura, dueña de Laboratorios Ordesa y copropietaria de Nutrexpa.