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La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, significó hoy que una eventual renegociación de la deuda implicaría consecuencias para la credibilidad de los países europeos.
Esa alusión se debe a naciones endeudadas como es el caso de Grecia, donde los políticos solicitan una conferencia sobre el tema.
Lagarde añadió, en una entrevista publicada este lunes en el Irish Times, que de forma general, los esfuerzos colectivos son bienvenidos pero al mismo tiempo una deuda es una deuda, es un contrato.
La directiva, antes de su viaje a Dublín, reiteró estos criterios a manera de apremiar sobre los tratos establecidos con el FMI, y sus fórmulas, puestas en duda por muchos economistas.
Por su parte, el dirigente del partido de izquierda griego Syriza, Alexis Tsipras, pidió una renegociación con los principales acreedores del país (Unión Europea y FMI) y de las condiciones del programa de ayuda, así como una condonación parcial de la deuda pública (175 por ciento del Producto Interno Bruto).