La adquisición de la petrolera canadiense Talisman Energy por parte de Repsol (ver cotización) ha sido objeto de un puntual y detallado informe a la autoridad regulatoria del país, la Investment Canada, en la que se da cuenta del tira y afloja mantenido durante los últimos cinco meses por la compañía española para ajustar el precio con arreglo a la caída del petróleo en los mercados internacionales. Repsol realizó una primera oferta de 13 dólares por acción a mediados de julio para cerrar el acuerdo el pasado 15 de diciembre por un importe final de 8 dólares.
La operación, al margen la asunción de deuda de 4.700 millones de dólares que acarrea Talisman, ha alcanzado un importe en tíérminos absolutos de 8.300 millones de dólares, lo que supone el deal internacional más importante llevado a cabo por una empresa española en el mercado corporativo mundial a lo largo de los últimos cinco años. Repsol ha reducido la cuantía final a pagar a los accionistas de la petrolera canadiense en casi un 40% si se tiene en cuenta la oferta de entrada, que implicaba un coste para la compañía presidida por Antonio Brufau del orden de 13.500 millones de dólares.
El ‘destape’ de la operación efectuado por el consejo de administración de la empresa canadiense ante la oficina de inversiones de su país revela, además, un dato ciertamente esclarecedor en la estrategia seguida por Repsol en el mercado global. La petrolera española se posicionó en la transacción corporativa con Talisman al mismo tiempo que se desarrollaba el pacto con el Gobierno de Argentina por la expropiación de YPF. Los contactos con la compañía canadiense se iniciaron incluso unos días antes de que el ministro de Industria, Josíé Manuel Soria, llegara a un acuerdo de principio con el titular de Economía argentino, Axel Kicillof, a finales de noviembre de 2013.
El cronograma de la operación demuestra los planes de Repsol para permutar los negocios perdidos en un país de alto riesgo jurídico por otros que pudieran garantizar el potencial de crecimiento dentro del área de estabilidad geopolítica que ofrece la OCDE. El calendario detallado de las negociaciones que ahora ha desvelado Talisman muestra el cuidadoso timing con que los representantes de la empresa española han ido perfilando el acuerdo para asegurar en la medida de lo posible la financiación de la compra con los recursos obtenidos por la venta de los bonos argentinos recibidos como justiprecio por la expropiación de la antigua filial argentina.
Reunión bilateral de la plana mayor en Nueva York
Repsol recibió del Gobierno Kirchner títulos diversos de deuda pública por valor de 5.300 millones de dólares a raíz del armisticio rubricado en febrero del pasado año. Tres meses despuíés, la empresa transfirió la práctica totalidad de estos activos a JP Morgan y justo una semana despuíés el director financiero de Repsol, Miguel Martínez, se reunió en Múnich con el consejero delegado de la compañía canadiense, Harold Kvisle, para “considerar los beneficios de una transacción corporativaâ€. Los tíérminos de este protocolo de interíés mutuo dieron lugar a la contratación inmediata de Goldman Sachs y Nomura como bancos de inversión encargados de asesorar a Talisman para la venta de la sociedad.
La primera cumbre entre las dos compañías se celebró el 3 de julio pasado en Nueva York a travíés de un encuentro encabezado por el presidente de Talisman, Chuck Williamson, y en el que por parte de Repsol participaron además de Brufau, el nuevo consejero delegado, Josu Jon Imaz, y el secretario del consejo de administración y responsable jurídico de la compañía, Luis Suárez de Lezo. Los representantes españoles formularon en ese momento una oferta verbal de 12,50 dólares que días despuíés, el mencionado 14 de julio, fue elevada por escrito hasta los 13 dólares en una primera indicación no vinculante de precio.
Repsol condicionó el acuerdo a una resolución previa de las inversiones que Talisman posee en el Reino Unido (TSEUK) en compañía de la multinacional Sinopec. La vinculación societaria que la compañía española mantiene en Brasil con el gigante chino provocó las cautelas de la petrolera española, que finalmente desistió de llegar a un pacto con sus interlocutores canadienses. La primera ruptura de las negociaciones se oficializó el 1 de agosto, cuando empezaban a vislumbrarse las tensiones en los mercados internacionales de crudo. Repsol volvió a la carga tras las vacaciones de verano, pero este segundo intento implicó una primera reducción de la oferta hasta los 11,50 dólares por acción.
El intercambio de información entre las dos partes desanimó a la compañía española sobre el alcance de una operación a dicho precio. El desplome del crudo influyó poderosamente en esta decisión, que resultó avalada a finales de noviembre tras la cumbre de la OPEP celebrada en Viena. El cártel de los países exportadores resolvió sus tensiones con un acuerdo de mantenimiento de cuotas que a día de hoy ha situado el precio del petróleo por debajo de los 50 dólares. Talisman emprendió entonces negociaciones con otro competidor de Repsol que los observadores del mercado consideran que es la multinacional francesa Total, aunque el nombre no ha sido desvelado en el informe oficial de la empresa canadiense.
Junta general de la empresa canadiense el 18 de febrero
El pasado 19 de noviembre Brufau volvió a llamar a la puerta de Talisman y propuso por telíéfono un acuerdo a 8 dólares por acción, que fue ratificado junto con un plus de 18 centavos de dólar destinados al pago de dividendos comprometidos por la empresa en venta. La reunión decisiva tuvo lugar en Dallas (Texas) el 5 de diciembre y Repsol concluyó las due dillegences en la semana siguiente para finalmente aprobar la compra en sendos consejos de administración celebrados de forma paralela por las dos compañías el 15 de diciembre. Para esta fecha, los teóricos postores que tambiíén estaban interesados en Talisman reconocieron la imposibilidad de efectuar una propuesta definitiva y mejorada de compra.
La petrolera canadiense convocará esta semana una junta general que está prevista para el 18 de febrero. La resolución del acuerdo exige la aprobación de una mayoría cualificada de los accionistas ordinarios, establecida en dos tercios del capital. Talisman quiere obtener tambiíén el mismo respaldo de sus accionistas preferentes, que recibirán, en su caso, 25 dólares canadienses por cada uno de sus títulos. El pago será en efectivo con recursos provenientes de la caja acumulada por Repsol. La petrolera española efectuará despuíés varias emisiones de bonos híbridos hasta un importe estimado de 5.000 millones de euros con el fin de reforzar su estructura financiera y asegurar el rating de solvencia por parte de las agencias de calificación.