El Banco de Japón (BoJ) elevó hoy su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) nipón para el próximo ejercicio fiscal al 2,1 por ciento, mientras que ha rebajado su estimación sobre la inflación al 1,0 por ciento interanual.
El banco central nipón modificó sus previsiones sobre estos indicadores durante su reunión mensual, que terminó hoy, y en la que tambiíén decidió mantener sin cambios su programa de política monetaria ultraflexible.
El BoJ puso en marcha este plan en abril de 2013 con el objetivo de lograr en 2015 una inflación interanual estable de en torno al 2 por ciento y cerrar así un ciclo deflacionista de dos díécadas.
El pasado octubre, la entidad aceleró el ritmo al que inyecta liquidez en el sistema hasta los 80 billones de yenes (547.023 millones de euros/672.035 millones de dólares) al año para lograr su objetivo de inflación.
No obstante, la modificación de sus previsiones sobre la evolución de los precios para el ejercicio en curso podría obligarle a adoptar a medidas adicionales de estímulo a lo largo de este año, tal y como vienen reclamando muchos economistas nipones.
El BoJ prevíé que el índice de Precios de Consumo (IPC) suba un 1,0 por ciento durante el año fiscal nipón 2015 (que arranca el pasado abril y termina en marzo de 2016), 0,7 díécimas menos que en su anterior estimación realizada en octubre, según el documento adoptado hoy por la junta de política monetaria de la entidad.
Esta ralentización del IPC refleja la presión a la baja que ha ejercido sobre los precios el abaratamiento del barril de petróleo, según los analistas nipones.
Asimismo, estima que el Producto Interior Bruto nipón crezca un 2,1 por ciento el próximo ejercicio, lo que supone 0,6 díécimas más que en su previsión anterior.
En la misma línea, el BoJ mantuvo intacto su pronóstico sobre la economía, "que se espera que continúe en la senda de la recuperación moderada".
Estas estimaciones se basan en los efectos de las políticas económicas aplicadas y en consultas a analistas financieros, según el banco central nipón.
En su reunión de hoy, el BoJ tambiíén decidió extender el programa de liquidez puesto en marcha en octubre, destinado a aumentar sus príéstamos a los bancos comerciales.
El programa, que iba a concluir en marzo, facilita la concesión de críéditos con un interíés anual del 0,1 por ciento a determinadas industrias consideradas clave para el crecimiento de Japón.
El BoJ ha extendido su duración hasta marzo de 2016, y ha elevado su cuantía desde los 3.000 millones de yenes hasta los 10.000 millones, según señala el documento aprobado hoy.