EL MUNDO.ES / PABLO PARDO
WASHINGTON.- La Administración Bush está estudiando un plan para nacionalizar parcialmente los bancos de la primera economía mundial. El plan podría ser relativamente similar al lanzado el miíércoles por el Reino Unido, en virtud del cual el Gobierno de ese país inyectará 64.000 millones de euros en las instituciones financieras británicas que necesiten reforzar su capital, según informan los diarios 'The New York Times' y 'Financial Times'.
La nueva iniciativa se debe al aparente fracaso del plan para nacionalizar 512.000 millones de euros de deuda de las instituciones financieras. Esa iniciativa fue aprobada el viernes pasado por la Cámara de Representantes, tras dos semanas de duras negociaciones, pero no ha logrado interrumpir el desplome de las Bolsas de EEUU.
La decisión de la Reserva Federal de empezar a prestar dinero directamente a las empresas -una medida sin precedentes- tampoco ha logrado frenar la contracción del críédito de la mayor economía del mundo, que amenaza con paralizar totalmente la actividad productiva del país.
La nacionalización de la banca estadounidense fue insinuada el miíércoles por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, de ese país -paradójicamente, ex presidente del mayor banco de Wall Street, Goldman Sachs- cuando dijo en una rueda de prensa que "utilizaremos todas las herramientas que nos han sido otorgadas con la mayor eficacia, incluyendo el refuerzo de la capitalización de las instituciones financieras de todos los tamaños".
De llevarse a cabo, esa medida contaría con el apoyo de gran parte de los economistas independientes, que han subrayado en los últimos días que el plan de rescate de la deuda no resuelve los problemas de los balances de los bancos, y que íéstos precisan una recapitalización. La oposición demócrata tambiíén apoya una eventual entrada del Estado en el capital de los bancos, dado que, si estos se estabilizan y sus acciones suben, la operación podría beneficiar el largo plazo a las arcas del Estado.
Sin embargo, todavía quedan serios interrogantes a un eventual plan de este tipo. El más obvio es quíé pasaría con la remuneración de los directivos de las entidades que se acojan al programa. Según la Ley aprobada el viernes pasado, el Estado tendría la potestad de recortar los salarios de los máximos responsables de esas entidades, y eso es algo que es anatema en Wall Street, una comunidad donde el 'bonus' -la remuneración variable que se recibe a final de año- es intocable.
Curiosamente, en los años 90, EEUU se opuso frontalmente a que los países con graves problemas bancarios, como Japón, Míéxico y Corea, nacionalizaran sus bancos.