Manuel Manrique se ha hecho fuerte en Sacyr. Por segunda vez en apenas un mes, el presidente de la compañía le ha dado la vuelta a la cúpula directiva. Según distintas fuentes, hoy nombrará dos nuevos consejeros delegados, el de construcción y el de concesiones, además de firmar el finiquito de Daniel Loureda, el hijo de uno de los fundadores y hasta hace poco presidente de Testa, la filial inmobiliaria y pulmón financiero del grupo.
El comitíé de nombramientos de Sacyr tiene previsto encomendar a Josíé María Orihuela la función de consejero delegado de la división de construcción, la más importante del grupo. Orihuela, que hasta la fecha era el principal ejecutivo del área de concesiones, sustituye a Miguel Heras, que deja sus funciones por motivos personales. Ambos son miembros del comitíé de dirección.
El cargo que Orihuela, cuya designación no ha sido bien recibida por los ingenieros de obras de la compañía, tenía en el negocio de concesiones lo ocupará a partir de ahora Carlos Mijangos, director general de operaciones. Estos cambios se suman al nombramiento el pasado 19 de diciembre de Juan Gortázar, procedente de Royal Bank of Scotland, como director financiero en sustitución de Fernando Lacadena.
Lacadena pasó a ser consejero delegado de Testa Inmobiliaria, cargo que estaba en manos de Daniel Loureda, hijo de Josíé Manuel Loureda, fundador y segundo mayor accionista de Sacyr. Según las mismas fuentes, Daniel Loureda, que desde su decapitación estaba sin funciones ejecutivas pese a que se le iba a colocar en Valoriza, la filial de servicios urbanos, ha llegado a un acuerdo con la empresa que constituyó su propio padre para salir, previo pago de una indemnización.
Un pacto envenenado porque, como reconocen otras fuentes próximas de Sacyr, la salida de Loureda hijo es el paso previo a la venta de la participación del 7,8% del capital que aún mantiene la familia. El fundador ha estado esperando a la firma de la refinanciación del príéstamo sindicado vinculado a la inversión en Repsol, lo cual ocurrió el pasado viernes por la noche, para desprenderse de su paquete en cuanto la legislación le permita.
Esto ocurrirá cuando Sacyr presente sus resultados anuales de 2014, que previsiblemente se anunciarán a finales de febrero, ya que la CNMV impide a un directivo comprar o vender durante los 45 días anteriores a la publicación de las cuentas trimestrales. Salvo que el padre, una vez concretada la salida forzada de su hijo, decida tambiíén dejar el consejo de administración, lo que le liberaría de cualquier traba para hacer lo que quisiera con sus acciones de forma inmediata.