España resulta ahora muy atractiva para el capital asiático. Tanto, que quieren desarrollar en nuestro país autíénticas ciudades chinas. Varios fondos y empresas de origen asiático buscan desde hace meses grandes promociones de hasta 2.000 viviendas, que luego comercializarán en su país.
El objetivo de estos inversores es crear al detalle un Chinatown con todos los servicios, donde habrá colegios para chinos, restaurantes, centros de estíética y comercios regentados por empresarios chinos, que comercializarían productos de su país.
España no ha sido tradicionalmente uno de los destinos principales de inversión asiática, pues su dinero terminaba en otros países como Canadá, EEUU, Australia, Reino Unido o Francia. Sin embargo, el derrumbe de los precios de la vivienda, que han caído hasta un 40%, ha hecho que la inversión de los chinos en España se duplique en 2014 respecto al año anterior. Así, del total de viviendas vendidas el año pasado, se prevíé que el 6,5% se hayan adquirido por inversores chinos.
Su interíés por España está creciendo y aunque sus objetivos son claros, sin embargo, es casi imposible que encuentren promociones de las magnitudes que están buscando y que estíén totalmente a la venta.
Según explican expertos del sector, estos inversores deberán asumir que su "ciudad" tendrá que tener unas dimensiones más pequeñas. "Lo que pueden encontrar, en el mejor de los casos, son promociones de unas 200 o 500 viviendas", aseguran.
Sin duda, esta puede ser una muy buena oportunidad para sanear los bancos, que acumulan en sus carteras miles de activos residenciales y promociones que se quedaron a medias y les fueron adjudicadas. Los inversores son conscientes de que las entidades financieras necesitan soltar ladrillo y por eso esperan adquirir los inmuebles a precio de saldo para luego revenderlos, agrupados en paquetes, a otros ciudadanos chinos.
Visado de oro
Es aquí donde entra en juego el conocido como 'visado de oro' o Golden Visa. Este concepto surge de la ley de Emprendedores que se aprobó en septiembre de 2013 y que pone precio a la residencia española. Así, esta normativa permite a los compradores no comunitarios que adquieran inmuebles por un importe superior al medio millón de euros obtener la residencia española. Eso si, se les exige disponer de esa cantidad sin tener que recurrir a ningún tipo de financiación.
Asimismo, los nuevos inversores no podrán tener antecedentes penales en España, ni encontrarse de manera irregular en territorio español. Deberán además tener seguro sanitario privado y contar con recursos económicos para mantener a los miembros de su familia durante su periodo de residencia en España.
De este modo, la intención de estas empresas chinas es vender las viviendas agrupadas para que su precio alcance los 500.000 euros. Así, los compradores podrán adquirir el permiso de residencia y por lo tanto hacer negocios en el entorno de la Unión Europea.
La Golden Visa se esperaba con gran expectación en el sector inmobiliario como un elemento que podía dinamizar la actividad, sin embargo, por el momento España aún no puede presumir de que este visado estíé provocando la llegada de mucho capital. Uno de los principales motivos es la falta de promoción por parte del Gobierno en China, algó que si están haciendo algunos países vecinos. En este sentido, Portugal nos lleva la delantera, ya que su Gobierno se ha encargado de vender en China las ventajas de invertir en su país. Asi, en la primera mitad de 2014 la inversión en Portugal realizada por chinos fue de 33 millones, pero tras el viaje a China del presidente Aníbal Cavaco Silva, en la segunda mitad del año pasado, la inversión se incrementó a 760 millones.
Patricio Palomar, director de Inversiones Alternativas de CBRE destaca, sin embargo, que a la hora de establecer comparaciones no podemos perder de vista dos cosas. "En Portugal entró en vigor la medida mucho antes, y ambos países han tenido tradicionalmente relaciones a travíés fundamentalmente de la colonia portuguesa de Macao".
Precisamente, una de las mayores fortunas de Hong Kong y Macao es la de Stanley Ho Hung Sun, el mayor propietario de salones de juego, que compró hace ya muchos años el Casino de Estoril y que posee importantes negocios en Portugal. Stanley Ho tiene ciudadanía portuguesa, y a travíés de su compañía en Portugal realiza inversiones en toda Europa.
Sobre la llegada de inversores como Wang Jianlin, que pretende invertir 3.000 millones en el desarrollo de un mega proyecto residencial en Madrid, Palomar asegura que "seguramente en el medio plazo veremos que algunas de sus promociones se diseñan y construyen al gusto de las grandes fortunas asiáticas, y las unidades más lujosas serán comercializadas en Asia, por lo que se potenciará mucho la llegada de capitales desde allí".