Acaba de ampliar el pedido de ocho aeronaves Boeing 787 Dreamliner con 14 unidades adicionales, en un pedido valorado en más de 3.000 millones de euros que le permitirá crecer en Amíérica Latina. Pero la cabeza de Juan Josíé Hidalgo (Villanueva del Conde, Salamanca, 1941), fundador y presidente del grupo turístico Globalia, no descansa.
Sobre la mesa, aún sin concretar, está el plan de sacar la compañía a Bolsa. Una intención que no ha desaparecido. «Estoy en la misma línea que hace año y medio: una reestructuración accionarial, que lleva consigo un socio puente que podría superar el 20% del capital, y una vez que entre, la salida a Bolsa en 2015», afirma Hidalgo, que seguirá manteniendo el control y que desmiente estar buscando un consejero delegado.
A la espera de resolver ese frente, el ejecutivo centra su objetivo en continuar la renovación de la flota por los 20 aviones que operan las rutas de corto y medio radio. «En los próximos seis o siete años, renovaremos todos los aviones Boeing 737-800 que superen los diez años de antigí¼edad», explica Hidalgo.
Su preferencia es la nueva versión del 737, el modelo MAX, cuyo precio de catálogo parte de los 87,7 millones de dólares (77,8 millones de euros). La aerolínea y buque insignia del grupo, Air Europa, combinará los nuevos aviones con algunas unidades del Embraer E-195, que «hacen un buen trabajo cuando estrenamos rutas para ganar conectividad».
En la hoja de ruta, no está realizar más adquisiciones de aviones grandes. «No compraremos más pero hay aviones en el mercado y, si crecemos mucho o entramos en países como Rusia y China, los alquilaremos», puntualiza el empresario. La llegada a los países emergentes está condicionada a cubrir, primero, las principales ciudades de Amíérica Latina. Algo que casi ha sucedido, ya que el plan contempla llegar en 2016 a Míéxico DF, Santiago de Chile, Bogotá, San Josíé, Quito o Panamá. Hidalgo, no obstante, apela a la calma: «El mercado ruso, que estaba llamado a ser el salvador, ha pegado un bajón importante, pero se recuperará». Sobre el gigante asiático, el presidente de Globalia cree que «Pekín y Shanghái son destinos sin escalas que se pueden hacer porque los turistas chinos tienen que empezar a salir», pero, por el momento, no hay fecha.
En paralelo, se diluye el interíés por la aerolínea portuguesa TAP, que busca comprador. «Su valor es el centro de conexiones de Lisboa y la red de destinos en Brasil, pero tiene un problema de plantilla y la operación cada vez se complica más».
AVE
Así, el foco está puesto en crecer orgánicamente. Y sin mirar a la competencia. «Me da igual que se renueven los rivales; nunca he copiado ni voy a copiar a nadie», señala Hidalgo. Y añade: «Si Iberia vuelve a La Habana [tal como anunció ayer la aerolínea de IAG], competiremos con ellos a pecho descubierto y será líder quien haga mejor las cosas y ofrezca los mejores precios».
La misma lógica aplica en el caso de la rivalidad con el AVE. «Renfe ha tenido una cuenta de resultados negativa toda la vida y es difícil que ahora sea positiva. Hay muchos gastos de estructura heredados que no son tan fáciles de amortizar como en el caso de la aviación, que tiene más fuentes de ingresos», asegura.
Sobre la posibilidad de competir con Renfe en el corredor del Levante junto a Acciona, Hidalgo lo supedita a que se publiquen los pliegos y se conozcan las condiciones. Entonces, «sabremos con quíé fuerzas podemos contar y si compartimos riesgos con un compañero de viaje».
Tras cerrar 2014 con unos ingresos de 3.200 millones de euros, Hidalgo cree que «2015 será un año positivo, con la mejora del consumo y más aún de lo previsto por la bajada del petróleo». En Globalia, Air Europa crecerá un 20%; las agencias de viajes, un 10%; y se incorporarán entre seis y ocho hoteles a la cadena Be Live.«Si se presenta una oportunidad que nuestra estructura pueda absorber, la aprovecharemos, pero sólo si suma y aporta sinergias». Palabra de Juan Josíé Hidalgo.
