La huida de inversores que sufre Grecia desde que Syriza ganó las elecciones del pasado domingo está afectando con especial dureza al sector bancario, hasta el punto de que el valor bursátil de las entidades cotizadas griegas se ha reducido, en sólo tres sesiones, a casi la mitad.
En concreto, su capitalización conjunta ha pasado de los 19.730 millones de euros en los que cerró la sesión de hoy a los poco más de 11.100 millones de hoy. Una brusca caída, por lo tanto, que tiene como origen la victoria del partido liderado por Alexis Tsipras y que afecta de diferentes maneras al sector.
En primer lugar está la posibilidad de que el nuevo gobierno heleno rompa con el Banco Central Europeo (BCE) y íéste, a su vez, deje de apoyar al sector bancario, lo que supone un motivo de notable preocupación. Pero además, la salida generalizada de fondos que se está produciendo en Grecia es especialmente dañina para la banca porque le afecta tanto por la venta masiva de deuda, como por la salida de depósitos. A este segundo respecto, y según datos ofrecido por Bloomberg, en la última semana han salido de Grecia 11.000 billones de euros en depósitos.
En este contexto, Piraeus Bank ha perdido ya casi un 50% de su valor en sólo tres días y su capitalización ha pasado de rozar los 6.000 millones a superar a duras penas los 3.000 millones. Además, Eurobank, Alpha Bank y National Bank presentan caídas superiores al 40% en el citado periodo.