Samsung Electronics registró en el período octubre-diciembre de 2014 un beneficio neto de 5,35 billones de wones (4.360 millones de euros, 4.920 millones de dólares), lo que supone una caída interanual del 26,95 por ciento, informó hoy la compañía.
El beneficio operativo del gigante de la electrónica surcoreano se contrajo un 36,4 por ciento en comparación al mismo trimestre del año anterior hasta 5,29 billones de wones (4.310 millones de euros, 4.860 millones de dólares), según el informe de resultados presentado por la compañía con sede en Seúl.
En cuanto a las ventas, Samsung Electronics comercializó productos en todo el mundo por valor de 52,7 billones de wones (42.920 millones de euros, 48.470 millones de dólares), dato que supone una caída del 11 por ciento en tíérminos interanuales.
El recorte en los resultados de la multinacional surcoreana en octubre-diciembre responde principalmente, según los primeros análisis de expertos locales, a la caída de las ventas de "smartphones" y otros dispositivos inteligentes en un entorno cada vez más competitivo a nivel mundial.
La división de telefonía móvil de Samsung, que acumula aproximadamente la mitad de las ventas de la compañía, redujo íéstas un 23,1 por ciento en tíérminos interanuales hasta 25,02 billones de wones (20.370 millones de euros, 23.000 millones de dólares).
En todo el año 2014 Samsung Electronics redujo su beneficio neto en comparación al año anterior un 23,2 por ciento hasta 23,39 billones de wones (19.050 millones de euros, 21.511 millones de dólares).
El beneficio operativo de la compañía el año pasado se contrajo un 32 por ciento en tíérminos interanuales y las ventas cayeron un 9,8 por ciento.
En su informe presentado hoy, Samsung expresó su esperanza de revertir este año la tendencia a la baja de los últimos trimestres mediante la introducción de "nuevos materiales, diseños innovadores y funciones diferenciadas" que le permitan recuperar su hegemonía en el mercado mundial.
Expertos surcoreanos han atribuido los recientes recortes de beneficios y ventas de Samsung este año a la tibia acogida de su "smartphone" estrella Galaxy S5 y a la cada vez mayor competencia en el mercado desde la irrupción de fabricantes chinos como Huawei y Xiaomi.