La liquidez en la que nadaba la banca no solo fluye ya a ritmos crecientes hacia la economía sino que ha permitido abaratar los precios de forma drástica. El interíés medio de la financiación otorgada a familias y empresas se redujo, de hecho, en alrededor del 25% durante 2014.
Es producto de la urgente necesidad del sector por mejorar su deprimida rentabilidad, que ha desatado una guerra de captación de clientes para empujar las cuentas de dos formas: por la multiplicación de operaciones y con la vinculación en contratación de productos generadores de comisiones que imponen para acceder a ofertas de mayor atractivo.
La contienda rebajó de promedio el interíés para los nuevos príéstamos en una horquilla de entre un 0,683 y el 1,301 por ciento el pasado año, de acuerdo a las últimas estadísticas del Banco de España. Si hay un sector especialmente beneficiado por la rivalidad comercial son las pequeñas y medianas empresas. En el príéstamo para sociedades por importes inferiores al millón de euros, asociados normalmente a pymes, el interíés descendió del 5,547 al 4,246 por ciento en el año (son 1,301 puntos de retroceso). Son tasas medidas en TAE por ser el indicador que mejor refleja los precios en cuando incluye comisiones devengadas y otros costes asociados al contrato, además del tipo de interíés nominal.
El precio en hipotecas descendió en diciembre al 2,627 frente al 3,310 por ciento de doce meses atrás (recorta 0,683 puntos) y en críédito a consumo se desliza del 9,378 al 8,547 por ciento (0,831 puntos). Cae, incluso, en grandes empresas, del 2,903 al 2,088 por ciento (en 0,815 puntos), aún cuando su preferencia por ir a los mercados a buscar los recursos con emisiones de deuda ha frenado el nuevo príéstamo.
El manguerazo del BCE
La rebaja se acentuó de forma radical en la última parte del año animada por una reactivación de la economía que ha sorprendido a mejor y el manguerazo del Banco Central Europeo (BCE) a precios irrisorios. De hecho, la banca española llenó la despensa tomando el máximo de liquidez permitido en su programa de financiación al 0,17% TLTRO condicionado a que los recursos financien empresas y familias. Se prevíé una acentuación en la tendencia por nuevas medidas del BCE como la compra de deuda, cuyo efecto inmediato esperado es de una reducción superior del precio con que la banca levanta recursos y los presta.
Bajo este escenario, la TAE de los críéditos se han retrotraído a cotas de hace cuatro años, si bien su composición difiere. En hipotecas, por ejemplo, hay que remontarse a agosto de 2010 para encontrar intereses mejores. La TAE era del 2,598 por ciento: 1,421 por ciento del euríbor más un spread del 1,177 por ciento. En diciembre pasado cayó al 2,627 por ciento, siendo el euríbor de apenas el 0,329 por ciento y el margen se ha ampliado al 2,298 por ciento.
Son operaciones mucho más rentables, no solo en precio, sino que además se dirigen a clientes de solvencia superior y gran vinculación. Las ofertas hipotecarias de mayor atractivo exigen nóminas desde 1.500 euros y contratar varias pólizas de seguros, planes de pensiones o garantizar un uso intenso de tarjetas.
Un tercer factor determinante en el abaratamiento, junto a la competencia y el dinero casi gratis del BCE, es la radical caída de la retribución en la captación de depósitos de clientes. Encontrar ofertas que rebasen el 2 por ciento en el tradicional producto a plazo de un año es casi imposible. La remuneración media se ha desplomado al 0,64 por ciento en las imposiciones para atraer dinero fresco de hogares y al 0,50 por ciento para recursos de empresas.
Todos estos resortes, junto a la mejora que se percibe en la economía y una reactivación en la demanda de operaciones, una vez que empresas y familias han adelgazado hasta cotas de 2002 su antes colosal endeudamiento, favorece la contratación. El flujo de nuevas operaciones en 2014 se incrementó un 11,4 por ciento en el sector minorista -la concesión ascendió a 206.856 millones frente a los 185.673 millones del ejercicio previo-.
La comparativa excluye los recursos facilitados a grandes corporaciones, cuya disposición se redujo un 19 por ciento e hizo descender el 6,3 por ciento el nuevo críédito en su globalidad. Sin embargo, la contratación ha ido de menos a más, hasta el punto de que en diciembre el importe facilitado sube frente al mismo mes de 2013 un 8,5 por ciento ciento, incluidas las grandes empresas, lo que podría ser síntoma de un radical cambio de tendencia.
Se ha impreso un mayor ritmo en todos los clientes y productos: si la nueva financiación a hogares y pymes crecía al 11,4 por ciento en el año, en diciembre comparado con idíéntico mes de 2013 progresó al 19,5 por ciento. La pujanza en hipotecas pasó del 23,5 al 47,1 en igual comparativa, en pymes amplió la progresión del 8,6 al 15,7 por ciento y en grandes empresas subió el 2,1 por ciento, su primera remontada en doce meses.
E. Contreras
