EFE
Marcelo Nagy
Alemania no entregará armas a Ucrania para combatir a los secesionistas prorrusos, declaró hoy en Budapest la canciller germana, Angela Merkel, quien recordó a su anfitrión, el primer ministro húngaro Viktor Orbán, la importancia de respetar las libertades civiles en una democracia.
"Alemania no apoyará a Ucrania con armas. Estoy convencida de que este conflicto no se puede solucionar de forma militar", aseguró Merkel en una rueda de prensa conjunta con el conservador Orbán.
Con el recrudecimiento de los enfrentamientos en las últimas semanas y la paralización de las conversaciones de paz, Estados Unidos ha comenzado a valorar el suministro de armas a las fuerzas ucranianas, indicó ayer el periódico "The New York Times".
Según esa información, la administración estadounidense evalúa la posibilidad de entregar "asistencia letal", además de la ayuda "no letal" que ya suministra, como chalecos antibalas y equipos míédicos.
Merkel reiteró hoy que los acuerdos de Minsk, que establecen un alto el fuego, son la base de un compromiso en el que se asegura la integridad territorial de Ucrania.
"Intentaremos todo para lograr un alto el fuego en Ucrania", señaló la canciller, quien agregó que la Unión Europea (UE) mantendrá sus sanciones contra Rusia mientras Moscú no cambie de actitud, aunque el objetivo es alcanzar una "solución diplomática" a este "duro conflicto".
"Lo que hace Rusia frente a Ucrania es una ofensa contra la construcción pacífica y libre de Europa", afirmó.
En el aspecto de la dependencia europea del gas ruso, la canciller destacó la importancia de crear un mercado energíético común en la UE y aumentar el número de suministradores de esa materia prima.
En un encuentro con estudiantes de la Universidad Andrássy, Merkel aseguró que el objetivo de la política energíética europea no consistía en sustituir a Rusia como proveedor de energía.
"Solo tenemos que conseguir tener en Rusia a un socio comercial en el que se pueda confiar", declaró.
La visita de Merkel a Budapest se produce apenas dos semanas antes del viaje a Hungría del presidente ruso, Vladímir Putin.
Moscú considera a Orbán un importante aliado dentro de la UE y, de hecho, el primer ministro húngaro ha criticado las sanciones europeas a Rusia por dañar los intereses económicos del país centroeuropeo.
Durante su visita a la universidad, Merkel aseguró que los valores europeos se enfrentan a importantes retos, como se vio de "forma muy dolorosa" en los recientes atentados yihadistas de París, con 17 víctimas mortales.
En esos ataques "se presentaron dos problemas serios de nuestros días, el terrorismo islámico y el antisemitismo", recalcó la canciller.
Merkel consideró que la multitudinaria manifestación posterior a los atentados demostró que Europa no se deja influir por la "lógica enfermiza de los terroristas".
"La tolerancia es más fuerte que el terrorismo", añadió en referencia a los valores europeos, poco antes de visitar la Sinagoga de Budapest, la más grande de Europa.
En cuanto a Hungría, Merkel hizo hincapiíé ante Orbán en la importancia en una democracia de la sociedad civil y una prensa independiente.
La oposición y los críticos de Orbán sostienen que el político conservador ha utilizado su amplia mayoría absoluta para erosionar la separación de poderes y limitar la libertad de prensa.
"Incluso si dispones de una gran mayoría, como es el caso del primer ministro húngaro, es muy importante en una democracia apreciar el papel de la oposición, la sociedad civil y la prensa", dijo Merkel.
"Nuestras sociedades se benefician de encontrar el mejor camino por la competencia (entre ideas)" de distinta orientación, agregó la canciller durante su primera visita a Hungría desde que en 2010 Orbán llegara al poder.
El Gobierno húngaro ha aprobado en solitario una nueva Constitución y numerosas leyes que han despertado críticas de la UE, Estados Unidos y empresas extranjeras, así como de la prensa húngara, la judicatura, ONG y la oposición.
Orbán, conocido por sus principios nacionalistas y cristianos, ha afianzado su poder con reformas que refuerzan las atribuciones del Gobierno y ha situado a allegados en las principales instituciones del Estado.
Un día antes de la visita de Merkel unas 3.000 personas se congregaron ante el Parlamento para protestar contra Orbán, en una convocatoria realizada a travíés de las redes sociales.
"Orbán no es Hungría" y "Hungría no quiere la mafia estatal de Orbán y el Gobierno antidemocrático", fueron dos de los principales eslóganes de los manifestantes.