Iberdrola ha recapitalizado la deuda que mantenía con su filial inmobiliaria, Iberdrola Inmobiliaria. El grupo energíético ha inyectado 616,7 millones de euros en su filial a travíés de una ampliación de 154,2 millones y el resto como prima de emisión, explicaron en la compañía. De esta manera, destacaron, Iberdrola Inmobiliaria “sanea su balance y adquiere músculo para afrontar nuevos retosâ€.
La filial inmobiliaria del grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán perdió en 2013 cerca de 70 millones de euros y facturó más de 45 millones, de acuerdo a las últimas cuentas de la empresa depositadas en Registro Mercantil. La empresa mantenía una deuda, principalmente con su matriz, superior a los 500 millones, según las mismas cuentas.
IBerdrola Inmobiliaria nació en 1993 de la fusión de las sociedades inmobiliarias de Iberdrola. En los años noventa impulsó su actividad como promotora residencial. A finales de esa díécada enfocó su la actividad en tres grandes áreas, promoción de viviendas, promoción y explotación de patrimonio en alquiler, y gestión y promoción de suelo.
Durante los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria la empresa acometió importantes inversiones y aperturas de negocio en el exterior. En 2006 en Valencia, junto a las constructoras locales Gesfesa y Valencia Residencial, invirtió 240 millones de euros en la construcción de un centro comercial. Ese mismo año aprobó una inversión de 200 millones de euros en el proyecto Porta Firal, ubicado a las puertas del recinto en pleno proceso de ampliación de la Fira en Gran Vía (l’Hospitalet).
En 2007, ejercicio en el que alcanzó un volumen de negocio cercano a los 400 millones de euros, aprobó una inversión de 300 millones en un plan de expansión geográfica. En julio de ese año adqurió por 43,12 millones de euros el 35% de un complejo turístico en Puerto Peñasco (Estado de Sonora, situado en la costa oeste de Míéxico). En 2008 compró suelo residencial en Bulgaria por 44,6 millones para desarrollar un complejo turistico.
La crisis económica frustró los planes de expansión de la filial inmobiliaria de la energíética, que no obstante ha mantenido la actividad durante la peor crisis del sector inmobiliario español en díécadas. En 2010 Iberdrola inyectó 400 millones de euros en la filial en una operación similar a la acometida ahora. En 2013 adquirió una participación minoritaria de la Sareb.