EFE
La presidenta argentina, Cristina Fernández, anunció hoy en Pekín que, gracias a la cooperación con China, se van a poder construir la cuarta y quinta centrales nucleares en el país latinoamericano.
"Una de las claves de la cooperación (con China) es, precisamente, la diversificación de nuestra matriz energíética", dijo hoy Fernández en un hotel pequiníés, en su discurso inaugural de un foro empresarial China-Argentina que tiene lugar en el marco de la visita oficial de la presidenta al país asiático.
Sin revelar grandes detalles de los proyectos, Fernández, que confía en que su país conseguirá "autonomía" energíética a medio plazo, avanzó que estos acuerdos están entre los más relevantes de una lista de 15 que se firmarán hoy durante su encuentro con su homólogo chino, Xi Jinping.
Frente a centenares de empresarios chinos y argentinos y junto a su ministro de Economía, Axel Kicilof, Fernández destacó que las centrales nucleares ilustran la "asociación estratíégica integral" entre los dos países.
Los otros pesos pesados de los acuerdos serán la orden de inicio de las represas hidroelíéctricas Níéstor Kirchner-Jorge Cepernic, en el sur de Argentina, construidas con financiación china, y acuerdos de cooperación en materia espacial y ferroviaria.
"Se trata de un salto cualitativo hacia obras de infraestructura de muchísima envergadura", enfatizó la presidenta, y añadió que ambos países trabajan para "superar la visión de Argentina como un país proveedor de materias primas con escaso valor agregado, y la que se tenía de China de un país manufacturero".
Remarcó, no obstante, que "seguimos defendiendo el trabajo argentino y la participación del empresariado nacional en estos desarrollos conjuntos".
"Solamente alguien -añadió- con intencionalidad política puede suponer que este Gobierno, que hizo de la regeneración industrial su motor (...), resigna a su población".
"Nadie nos está demandando desde China que resignemos nuestras fuentes de trabajo ni a nuestros empresarios", afirmó.
Las declaraciones de Fernández se producen despuíés de que la semana pasada se firmara con China un memorándum de entendimiento para desarrollar proyectos de petróleo y gas convencional y no convencional en el país sudamericano.
El memorándum sucede al acuerdo cerrado en agosto entre la petrolera argentina YPF -asociada a Repsol hasta la expropiación de la empresa española decretada por Fernández en 2012- y la estatal china Sinopec para relanzar la exploración y desarrollo en el área La Ventana de la formación Vaca Muerta, en el suroeste de Argentina.
Fernández defendió tambiíén "la necesidad de introducir el yuan reminbí como una política entre ambos países que modifique lo que ha sido hasta ahora el dominio absoluto de la única moneda de reserva: el dólar".
En esa misma línea se pronunció anteriormente durante su intervención en el foro Kicilof, quien arguyó la importancia de mirar hacia China "en un mundo que posiblemente se vuelva hostil hacia las economías emergentes".
La presidenta concluyó su alocución ensalzando la figura de Xi Jinping, "una persona abierta, receptiva", describió, y a quien dijo haber llamado personalmente para solventar "una traba burocrática" ocurrida durante una operación con China -sin especificar cuál- a instancias del mandatario chino.
"Ante algún proyecto que no marchara, me dijo que no dudara en llamarle", aseguró, mientras consideró que "el celo en las normas a veces se transforma en una distorsión de los negocios".
Fernández, que se enfrenta a un serie crisis en Argentina tras el fallecimiento en circunstancias aún no esclarecidas del fiscal Alberto Nisman, declinó hacer declaraciones a los medios de comunicación presentes en el acto.