El capital sigue siendo un bien muy preciado para la banca española. El test de estríés quedó superado pero las exigencias regulatorias y el elevado listón con el que los inversores analizan al sector hacen que no solo sean necesario cumplir con los requisitos obligados sino, preferiblemente, superarlos con nota y adelantarse además al calendario previsto para su implantación definitiva.
Santander no dudó hace unas semanas en abordar una ampliación de capital por 7.500 millones de euros con la que colocarse al nivel en ratios de capital de sus homólogos europeos. Su decisión destapó de nuevo el debate sobre los niveles de capital de la banca europea, que ahora vigila de forma directa el Banco Central Europeo en su reciente papel de supervisor único. De hecho, el BCE ha recordado recientemente al sector que la situación económica y financiera de la zona euro es difícil y les ha recomendado una política de reparto de dividendo conservadora, incluso a aquellas entidades más holgadas en niveles de solvencia.
En una tendencia común y sostenida por tanto para el conjunto de entidades, Popular anunció hoy una emisión de valores perpetuos eventualmente convertibles en acciones, denominados cocos, con la que reforzar su ratio de capital Tier 1. Emitió 750 millones de euros que servirán para elevar ese ratio en 94 puntos básicos, desde el 11,5% al que cerró el pasado ejercicio al 12,44% en que queda tras la colocación. El ratio de capital fully loaded del banco –es decir, considerando la aplicación al cien por cien de la regulación de Basilea III, obligada a partir de 2019–, es del 10,38%, sin contar la emisión de hoy.
Los cocos no computan como recurso propio de máxima calidad, el propio de las acciones, pero sí en un segundo nivel, el Tier 1. Y su conversión de bono a título de renta variable es por tanto obligatoria cuando el nivel de solvencia desciende de un determinado nivel. Así, los titulares de esos cocos se convertirían en accionistas de Popular en el caso de que el ratio Tier 1 descendiera del 7%, según explicó ayer la entidad.
El cupón de la emisión fue del 8,25%. Los cocos se colocaron en su totalidad entre inversores institucionales –extranjeros precisa el banco–, como es habitual en este tipo de emisiones, fuertemente limitadas para el pequeño inversor ya que requieren una inversión mínima de 25.000 euros. Es la segunda emisión de cocos que realiza el banco, cuyo presidente íngel Ron rechazó la semana pasada durante la presentación de resultados que la entidad necesitara una ampliación de capital.
Popular intentó sin íéxito lanzar una emisión de cocos el pasado mes de julio. Había realizado entonces todos los preparativos para colocar 750 millones de euros cuando estalló la crisis del banco portuguíés Espírito Santo y su nacionalización, lo que impactó en el mercado de capitales y llevó a la entidad a anular la colocación.
BBVA fue quien abrió el camino de las emisiones de este tipo de preferentes, que han seguido despuíés Santander y el propio Popular. Los dos grandes bancos tambiíén han realizado dos colocaciones de cocos cada uno, una en euros y otra en dólares. El interíés ofrecido por Popular en su emisión de hoy, del 8,25%, contrasta con el 11,5% que tuvo que ofrecer en su primera colocación de cocos, en octubre de 2013, cuando pagó un cupón del 11,5%.
SERGIO PEREZ (REUTERS)