EFE
La Comisión Europea (CE) todavía rehúsa hablar de deflación en la zona del euro, pese a que admite que existe un riesgo y sitúa la inflación este año en terreno negativo con un -0,1 %, según las previsiones macroeconómicas publicadas hoy.
"Un periodo prolongado de inflación muy baja o negativa podría perjudicar la inversión y los esfuerzos de reducción de la deuda, atrapando la economía en un crecimiento porcentual bajo", señaló el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, en rueda de prensa.
"Es por lo que todavía no hablamos de deflación. Sabemos que hay un riesgo que tenemos que prevenir mejor que curar", agregó.
En las previsiones macroeconómicas, la CE afirma que la inflación anual será "negativa en la primera mitad del año en la eurozona" y en el primer trimestre en la Unión Europea (UE).
En el caso de la UE la tasa de inflación anual será del 0,2 % en 2015 y del 1,4 % en 2016, mientras que en el de la eurozona será del -0,1, % este año y del 1,3 % el próximo.
La CE ha dicho recientemente que hablar de deflación, requeriría una caída de los niveles de los precios amplia, es decir entre países, sectores y categorías, y que sea autoperpetuante.
Además, afirma en sus previsiones que en 2016 el impacto de los bajos precios del crudo se atenuará y probablemente incluso se revierta a medida de que los precios energíéticos gradualmente se recuperen.
Al mismo tiempo, una demanda interna más fuerte y el impacto de la ampliación del programa de compra de activos por parte del Banco Central Europeo (BCE) en enero, entre otras cosas, debería "empujar notablemente la inflación al alza", calcula la Comisión.
En opinión de Moscovici, las compras mensuales de activos por 60.000 millones de euros, son "lo suficientemente grandes como para tener un impacto macroeconómico" y por ello "tendrán un efecto positivo en la confianza y la concesión de críéditos que a su vez estimulará la inversión y generará mayores niveles de consumo".
"Ello nos ayudará, creo, a volver al objetivo de inflación del BCE", sostuvo, que es por debajo, pero cerca, del 2 %.
Moscovici explicó, además, que la "importante" depreciación del euro frente al dólar (un 8 % desde noviembre pasado) y contra otras monedas, "tambiíén nos ayudará a estimular la competencia de nuestras empresas y por ende las exportaciones", contribuyendo igualmente a "estabilizar la inflación en 2016".
La Confederación Europea de Sindicatos (CES) no obstante, consideró hoy que Moscovici "subestima los riesgos de deflación y su impacto negativo en la economía, según su secretaria general, Bernadette Síégol.
En su nuevo boletín económico, el BCE defendió su actuación y pronosticó que la tasa de inflación subirá "más adelante en 2015, así como en 2016", con el apoyo de las medidas de política monetaria del banco, de la recuperación en curso y del supuesto incorporado en los mercados de futuros de un aumento progresivo de los precios del petróleo en un futuro próximo